El chef cordobés de Choco se unió a Diego Gallegos en una velada donde la alta cocina fue el hilo conductor de una experiencia sensorial única. · Una noche de complicidad, técnica y emoción en Arara Bistro Bar, con un menú degustación que celebró el producto, la raíz y la creatividad.
El pasado viernes 25 de julio, el restaurante Arara Bistro Bar en Higuerón Resort volvió a ser el escenario de una nueva edición de “A Cuatro Manos”, el proyecto gastronómico liderado por Diego Gallegos, donde la cocina se convierte en un lenguaje compartido entre grandes chefs.
En esta ocasión, el invitado fue Kisko García, alma mater de Choco (Córdoba), restaurante galardonado con una Estrella Michelin. Su cocina, profundamente andaluza y contemporánea, dialogó con la propuesta sostenible y técnica de Gallegos en una cena que fue mucho más que una suma de talentos: fue una celebración del producto, la memoria y la innovación.
Una sinfonía de seis pases
El menú degustación fue una auténtica conversación entre dos cocinas que, desde distintos territorios, comparten sensibilidad, técnica y respeto por el producto. La velada comenzó con una elegante tosta de atún de almadraba con mayonesa de trufa, pan crujiente y trufa, firmada por Kisko García, que marcó el tono de la noche con intensidad y sofisticación. Le siguió la propuesta de Diego Gallegos: un tartar de atún y sandía con reducción de módena y germinados, donde la frescura del mar se fundió con el dulzor de la fruta en un juego de contrastes sorprendente.
Los principales mantuvieron el nivel de emoción: García presentó una merluza en verde, pochada al estilo tradicional, que rindió homenaje a la cocina andaluza desde la delicadeza y la técnica, mientras que Gallegos apostó por una presa ibérica al miso, acompañada de hummus y remolacha asada, una fusión de sabores profundos y texturas envolventes. El cierre dulce fue compartido: Kisko emocionó con sus natillas de mi madre, una versión personal con galleta, vainilla y caramelo de curry; y Diego puso el broche final con una tarta de payoyo, mermelada de frambuesa y nata montada con aroma de romero, que combinó lo goloso con lo aromático en un final memorable.
Cocina, música y emoción
Como ya es tradición en estas citas, la música en directo acompañó la experiencia. Diego Gallegos, además de ejercer de anfitrión en cocina, se subió al escenario con su grupo Pil Pil Prawns, aportando ritmo y cercanía a una noche que fue mucho más que una cena.
“A Cuatro Manos”: una cita con la excelencia
Impulsado por Diego Gallegos, conocido como el “Chef del Caviar”, “A Cuatro Manos” es un proyecto mensual que reúne a grandes nombres de la cocina nacional en un formato íntimo y creativo. Cada edición es un encuentro entre dos cocineros que se admiran, cocinan juntos y emocionan a los comensales con propuestas únicas.
Arara y Higuerón Resort: donde la cocina se transforma
Arara Bistro Bar es mucho más que un restaurante: es un espacio donde la cocina conecta con quien se sienta a la mesa. Sabores de España, Brasil y Perú conviven en una carta que respeta las raíces y las reinterpreta con mirada contemporánea. Al frente, Diego Gallegos ha hecho de la sostenibilidad y la innovación su bandera, tanto en Arara como en Sollo, su restaurante con Estrella Michelin, Estrella Verde y dos Soles Repsol.
Higuerón Resort, por su parte, continúa apostando por experiencias gastronómicas de alto nivel, integradas en un entorno natural privilegiado y con una visión de lujo responsable.
Reserva tu lugar
“A Cuatro Manos” no es solo una cena, es una cita mensual con la cocina pensada para disfrutar sin prisas. Cada último viernes de mes, medio centenar de comensales se sientan en Arara Bistro Bar para vivir una experiencia que va más allá del plato. El ambiente es íntimo, el servicio cuidado, y el menú, siempre distinto, nace del encuentro entre dos cocineros que comparten fogones por una noche.
La entrada cuesta 70 euros, y como es habitual, hay que reservar con tiempo. Con iniciativas como esta, Higuerón Resort y Arara no solo apuestan por la alta cocina, sino por una forma de entenderla que mezcla raíces, creatividad y respeto por el entorno. Aquí, la gastronomía no se exhibe: se comparte.
Tras la edición de julio, el ciclo hace una pausa en agosto y regresará en septiembre con una nueva colaboración que seguirá explorando la alta cocina desde la emoción y el talento compartido.


