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La Navidad llenará los hoteles hasta el 95%: así deben prepararse para resistir la demanda

La Navidad se ha consolidado como uno de los periodos de mayor actividad para el sector hotelero, especialmente en destinos urbanos, de costa e islas. Este año, las previsiones sitúan la ocupación entre el 85 % y el 95 %, impulsada por escapadas festivas, turismo internacional y celebraciones familiares y corporativas. Este aumento de huéspedes multiplica la rotación de ropa de cama, toallas, textiles de restauración y amenities muy por encima del ritmo habitual.

En campañas anteriores, estas semanas han exigido a los hoteles una precisión operativa extrema, especialmente en aspectos clave para la experiencia del huésped: disponer de textil limpio de forma constante, garantizar la eficiencia del housekeeping y coordinar servicios sin margen de error. Para acompañar al sector en este escenario, ILUNION TextilCare, líder en la gestión integral de textil, comparte una serie de recomendaciones basadas en su experiencia operando con miles de establecimientos en momentos de máxima demanda.

Consejos operativos para afrontar los picos de demanda en el sector hotelero

1. La higiene como clave para asegurar valoraciones positivas

En Navidad, los tiempos entre salidas y nuevas entradas se acortan, y la percepción del huésped se vuelve todavía más crítica. No en vano, el 55% de las valoraciones positivas de los hoteles mencionan directamente la limpieza del textil. Mantener un nivel de higiene adecuado exige protocolos estrictos: control de temperaturas, dosificación precisa y tiempos de lavado validados. En semanas de alta ocupación, este control evita que el volumen afecte a la calidad percibida, especialmente en ropa de cama y toallas, donde el huésped es especialmente sensible.

2. Adelantarse a la demanda con tecnología predictiva

La previsión es clave cuando cada día la rotación puede dispararse. El análisis de datos permite anticipar cuántas prendas serán necesarias en función del tipo de huéspedes, los patrones de reserva y la actividad del hotel. Detectar con antelación picos en habitaciones familiares, eventos o desayunos permite ajustar la producción, reforzar turnos y planificar entregas antes de que el incremento del consumo genere tensiones. La coordinación entre hoteles y operadores, compartiendo previsiones y ocupación, mejora notablemente la capacidad de respuesta.

3. Garantizar un suministro constante con una logística sincronizada

En un hotel lleno, cada retraso se multiplica. Una logística bien coordinada, con rutas digitalizadas y una flota adaptada a los picos de actividad, permite mantener entregas en tiempo incluso en días especialmente exigentes. Ajustar los horarios de recogida y entrega, reforzar accesos o muelles de carga y mantener un canal operativo fluido con el proveedor resulta clave para que el textil llegue exactamente cuando se necesita, especialmente en grandes check-in o cambios de turno.

4. Controlar dotaciones con sistemas de trazabilidad 

Cuando la rotación se intensifica, saber cuántas prendas hay disponibles y dónde están resulta esencial para evitar roturas de stock. La trazabilidad mediante sistemas RFID permite monitorizar la vida útil de la ropa, detectar pérdidas o roturas y asegurar que las dotaciones de sábanas, toallas o textiles de restauración siempre están completas. Inventarios actualizados y un control reforzado de los artículos de mayor uso ayudan a mantener estabilidad incluso cuando el volumen crece sin margen.

5. Conectar housekeeping, recepción y logística 

La coordinación es decisiva en semanas donde las entradas y salidas son constantes. Un circuito ágil entre housekeeping, recepción y logística permite anticipar necesidades, como picos de habitaciones dobles, ocupación familiar o eventos, y ajustar entregas y reposiciones según la evolución real del hotel. Comunicar cambios de última hora, prever horarios críticos y compartir información en tiempo real garantiza que el textil esté disponible justo donde y cuando se necesita.

La hotelería vive su particular “temporada alta” en diciembre. Y aunque la atención se centra habitualmente en la experiencia del huésped, existe una estructura invisible, la gestión del textil y la operativa de back-of-house, que sostiene el funcionamiento diario del establecimiento. Detrás de esa continuidad está el modelo de ILUNION TextilCare, que integra tanto el lavado como el renting de soluciones textiles, combinando el cumplimiento de norma en higienetecnología para anticipar la demandaflotas modernizadas y sistemas de trazabilidad con chips RFID.

Gracias a esta infraestructura, la compañía acompaña cada año a los hoteles para que, incluso en los momentos de mayor ocupación, el servicio no se detenga y la experiencia del huésped se mantenga en los estándares de calidad que el sector exige.