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GRUPO SOLAR DE SAMANIEGO


El espíritu del viñedo en cada copa: nacen los Vinos de Parcela y Paraje de Solar de Samaniego

El Grupo Solar de Samaniego da un nuevo paso en su compromiso con la autenticidad, la excelencia y el legado vitivinícola con la presentación de su nueva clasificación de Vinos de Parcela y Paraje, una colección de cuatro vinos excepcionales que nacen de viñedos singulares ubicados en la Sonsierra Alavesa y la Ribera del Duero burgalesa.

Esta iniciativa supone la consolidación de una nueva categoría dentro de su portafolio, Vinos Especiales. Una denominación que responde a la excepcionalidad que habita en cada una de estas creaciones. Estos vinos marcan un nuevo camino en el Grupo: la búsqueda de lo particular de cada uno, manifestado en lo diferente, único, original, inusitado e irrepetible de cada parcela o paraje. En esa autenticidad radica su carácter “especial”.

Estos vinos han sido concebidos para reflejar con la máxima precisión el espíritu de un lugarGenius Loci–: su historia, su geografía y su singularidad rural. Cada uno representa una lectura contemporánea de la tradición, elaborada con el respeto que merece la tierra y con la ambición de quienes entienden el vino como expresión cultural del paisaje.

Un proyecto enológico con raíz, mirada y precisión

La nueva clasificación incluye dos Vinos de Parcela y dos Vinos de Paraje, que son el fruto de años de trabajo meticuloso en viñedo, prácticas respetuosas con el medio ambiente, recuperación de parcelas únicas y una interpretación sensible del entorno. Son vinos que encapsulan la identidad única de las fincas de donde proceden, con una elaboración que respeta al máximo las particularidades de cada zona y busca la elegancia y el equilibrio como atributos irrenunciables.

Los cuatro vinos han sido seleccionados por su localización privilegiada, altitud, composición de suelos, edad de las cepas y su potencial expresivo. En conjunto, forman una colección que resume el cambio de rumbo emprendido por el Grupo Solar de Samaniego: una apuesta por el origen como valor diferencial y la calidad como única meta.

Vinos de Parcela: el lugar en su forma más pura

Cada uno de estos vinos procede de una única parcela de excepcional calidad. Su elaboración busca preservar sin filtros la identidad del lugar: sus silencios, su relieve, su ritmo climático y su memoria agrícola.

      Musco – D.O.Ca. Rioja: el relato comienza en una finca de fábula, donde las viñas viejas dan vida a un vino nuevo. La Parcela, situada en una suave ladera orientada al mediodía y asentada sobre suelos arcilloso-calcáreos, reúne las condiciones ideales para un vino de precisión y profundidad. Musco representa la máxima expresión de la Rioja Alavesa más auténtica: un vino con carácter, distinción y memoria, concebido para celebrar la excepcionalidad de un ensamblaje irrepetible.

      Cueva del Raposo – D.O. Ribera del Duero: procedente de la Parcela Valderil, a los pies de la loma donde se asienta la bodega de Roa, Cueva del Raposo es una saga ribereña reescrita cada año. Su relato varía con cada vendimia, pero mantiene constantes: la frescura, la delicadeza y la fidelidad a la añada. Es un vino que aúna la madurez del viñedo con la elegancia que exige el paladar contemporáneo.

Vinos de Paraje: vinos que capturan el espíritu de un lugar

Elaborados a partir de uvas seleccionadas dentro de enclaves de alto valor vitícola y paisajístico, estos vinos representan con fidelidad la identidad colectiva de un paraje y su armonía natural.

      Valcavada – D.O.Ca. Rioja: desde el paraje de Rioseco, entre Elvillar y Laguardia, Valcavada encarna el relato de la Sonsierra Alavesa: una lectura fiel de su geografía, su tradición y su carácter. La tanicidad elegante de sus suelos calcáreos se conjuga con la serenidad del paisaje, dando lugar a un clásico contemporáneo de gran profundidad y constancia.

      Óptimo de Durón – D.O. Ribera del Duero: en el corazón del Paraje del Durón, las vides hunden sus raíces en una historia milenaria. Óptimo de Durón es el relato líquido de la historia y el paisaje de Roa de Duero: un vino fino, expresivo y con carácter, que condensa en su complejidad la esencia viva de la Ribera burgalesa más auténtica.

Una vocación de permanencia y respeto por el origen

Este lanzamiento refuerza la nueva visión del Grupo Solar de Samaniego, centrada en construir marcas sólidas y prestigiosas dentro de las Denominaciones de Origen Rioja y Ribera del Duero, poniendo en valor el terroir, el respeto por el medio ambiente y la elaboración artesanal como pilares esenciales de su propuesta.

Cada vino de esta colección no es solo un ejercicio de excelencia enológica, sino también un homenaje a la tierra, a las generaciones que la han trabajado y al futuro que el Grupo quiere seguir construyendo desde la honestidad y la innovación.

Un grupo familiar con alma de origen

La historia del Grupo Solar de Samaniego se remonta a 1972, cuando los hijos de Juan José Alonso Grijalba, motivados por sus raíces riojanas, fundaron Bodegas Alavesas en la villa medieval de Laguardia. Pronto, esta se transformaría en Bodegas Solar de Samaniego, consolidándose como referente en Rioja Alavesa gracias a una cuidada selección de viñedos y una filosofía centrada en la calidad.

En los años 80, la familia fue pionera con la creación de la Cofradía Solar de Samaniego, el primer club de venta directa desde bodega de gran escala en España, que ha hecho llegar sus vinos a más de 100.000 hogares en todo el país.

La década de los 90 marcó otro hito con la fundación de Bodegas Durón en Roa de Duero, siendo de los primeros bodegueros riojanos en asentarse en Ribera del Duero y consolidando allí una importante superficie de viñedo.

Hoy, el grupo es dirigido por la cuarta generación de la familia, que mantiene vivo el espíritu de sus fundadores y proyecta una visión ambiciosa y sostenible, con el objetivo de ser un actor relevante en el panorama enológico nacional e internacional.