Salsa brava Juana Madrid, pioneros en llevar el ‘sabor a bar’ a tu casa
España es el país con más ratio de bares por persona, hay uno por cada 175, porque los necesitamos, son parte de nuestra vida, de nuestra cultura, en ellos construimos recuerdos y tras sus barras también nacen historias preciosas. Una de ellas empieza en 1963, en el mítico Bar Anci de la madrileña calle Alcalá, fundado por Antonia y Cipriano, donde, entre cañas y chascarrillos, corría la salsa brava que Cipri cocinaba cada mañana para alegrar bocadillos, patatas o su popular oreja a la plancha… Fue su hijo Pedro Antonio quien heredó el negocio y tan preciada receta, una salsa brava única y diferente, con sabor a rojo picante y bar castizo, que tantas generaciones tienen ahora en su memoria. En 2018, por una enfermedad de Pedro Antonio, tuvieron que cerrar el Anci, y el alma de aquel local cambió de formato y manos, pero aún conserva la autenticidad y la magia de entonces.
Fue Ana la que rescató la receta de su abuelo Cipri tal y como se la contó su padre y lleva desde entonces haciéndola de forma artesanal junto a su pareja Juanma para llevarla a los hogares y perpetuar los buenos recuerdos que genera cualquier picoteo donde esté Juana Madrid (www.juanamadrid.com). El cierre de un negocio les empujó a ser pioneros creando otro que hoy, siete años después, goza de una clientela fiel tanto en casas de particulares como en restaurantes, ya que, desde hace años, también distribuyen a hostelería. Sus artífices lo cuentan así de bien en sus redes: https://www.instagram.com/p/DPyFyZ1jCs9/
La Salsa Brava Juana Madrid original tiene ese picante alegre que la hace merecedora del nombre, tanto el de ‘brava’ como el de ‘Juana’, por la de Castilla, cuya mezcla de fortaleza, personalidad y cordura -aunque la tildaran de loca-, representa los valores con los que se creó la marca. Partiendo de la receta auténtica, se han adaptado a todos los paladares y también hacen una versión más suave y otra más hot para valientes. Además, han incorporado tres sabores que combinan con muchos ingredientes: Brava Trufa y Miel, que le va muy bien al pollo; Brava Mango y Curry, deliciosa con verduras; y Brava Cilantro y Chile, para no dejar de mojar en ella, por ejemplo, unos langostinos en tempura. Todas son sin gluten ni lactosa.
Juana Madrid (www.juanamadrid.com) es ya, además de la salsa que nos trae esos recuerdos y ese sabor a bar, un emblema de Madrid. Su icónica imagen ha sido reversionada por el cartelista e ilustrador Álvaro Pérez-Fajardo, cuyo diseño se ha plasmado en una tote bag de venta exclusiva en la web de la marca y para ediciones especiales de sus packs. El precio de venta de la salsa original y sus dos niveles de picante en la tienda online es de 6’49 € cada botella de 220 ml; a 6’90 € las de sabores; y tienen packs de 4 unidades -combinadas o no- desde 22 €, que se presentan en una caja de cartón personalizada ideal para regalar. Envían a toda la Península, Ceuta y Melilla; y también se pueden encontrar en tiendas especializadas en picantes, productos gourmet, carnicerías y pequeños comercios de barrio como Mantequerías Andrés, Cannelle en el Mercado de Vallehermoso, Gold Gourmet, Álvarez Selección en el Mercado de la Paz y Sally Pepper; y ahora también en los Sánchez Romero y en El Club del Gourmet de El Corte Inglés, además de en Amazon.
El formato exclusivo para hostelería del sabor original, en envases de 2 litros, ya enriquece las patatas, bocadillos, hamburguesas y otras raciones en más de 400 bares y restaurantes de toda España, porque al fin y al cabo, Juana Madrid es esa salsa que nos devuelve al bar de siempre.




