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Fundación Emilio Moro y Mensajeros de la Paz cierran 2021 con más de 150 personas asistidas en la residencia de familiares del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo

A pocos días para que finalice el 2021, la Fundación Emilio Moro, expresión de la vocación de la responsabilidad social corporativa de Bodegas Emilio Moro, hace balance y recuerda algunos de los proyectos de colaboración en los que ha participado este año.

En este contexto, José Moro, presidente de la Fundación, renovaba el pasado mes de mayo su acuerdo de colaboración con la ONG Mensajeros de la Paz, liderada por el padre Ángel. Mediante el mencionado acuerdo, la Fundación Emilio Moro sumó a sus colaboraciones con Mensajeros el programa para familiares de enfermos medulares del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Se trata de una acción dirigida a la inclusión social y a la atención individualizada de los familiares y personas encargadas del cuidado de los enfermos medulares ingresados en el hospital con escasos recursos económicos. A través del programa se proporciona a las familias alojamiento y atención psicosocial en un centro de la ciudad de Toledo desde el ingreso en el hospital hasta que el familiar ingresado es dado de alta. Además, se les ofrece información y orientación sobre dónde están los recursos de la zona, centros comerciales, transporte al hospital, etc.

Durante estos meses más de 30 personas, en su mayoría mujeres (en ocasiones acompañadas por sus hijos), se han alojado en las instalaciones facilitadas, con una estancia media de unos cuatro meses. Asimismo, más de 150 personas han recibido asesoramiento y atención psicosocial.

En el seno de esta acción se han llevado a cabo una amplia variedad de actividades: talleres de cocina y pastelería, huerto ecológico, cine debate, charlas sobre duelo, ejercicios de emociones y espiritualidad, salidas lúdicas, y se ha trabajado en red con otras instituciones y recursos administrativos. “Como resultado de la realización de todas estas propuestas, los participantes han experimentado importantes mejorías, especialmente en relación al estado de ánimo y la reducción del nivel de estrés”, han explicado desde la organización del programa solidario.

La Fundación Emilio Moro colabora con Mensajeros de la Paz desde 2019, año en el que pusieron en marcha los desayunos solidarios ofrecidos en la Iglesia de San Antón, en los que no solo se implica a nivel económico la Fundación, sino también Bodegas Emilio Moro con la participación de sus empleados que, pontualmente, colaboran como voluntarios para ayudar a servirlos.

Además, desde 2020 apoya las cenas solidarias en los restaurantes Robin Hood, otro de los proyectos benéficos de la asociación. Gestionados por Mensajeros de la Paz, los dos restaurantes, ubicadas uno en Madrid y otro en Toledo, están abiertos por la noche y sirven gratuitamente cien cenas diarias a personas sin hogar o en riesgo de exclusión social. 

“Siempre ha sido todo un orgullo caminar junto a Mensajeros de la Paz en algunos de los muchos proyectos que emprenden año tras año. En 2021 hemos decidido además unirnos a una iniciativa que nos ha llegado al corazón, y es que poder ayudar a casi 200 familiares de personas con enfermedades medulares es para nosotros una verdadera satisfacción. Miramos a 2022 con toda nuestra ilusión por seguir forjando este lazo que nos une al Padre Ángel y su inmensa bondad, no sin antes cerrar un año con muchos retos, pero agradecidos por crear alianzas tan bonitas y necesarias como esta”, ha expresado José Moro, presidente de la Fundación Emilio Moro, de Bodegas Emilio Moro y Bodegas Cepa 21.

Por su parte, el padre Ángel también se ha mostrado muy satisfecho con esta colaboración: “Agradezco a todos nuestros colaboradores la ayuda que nos prestan y el estar a nuestro lado siempre que los necesitamos, como es el caso de la Fundación Emilio Moro, especialmente en estas fechas en las que brindaremos mucho, sobre todo con vino, por estar cerca y juntos de nuevo”.

“Si tengo que pedirle un deseo al año que está por venir solo se me ocurre uno: amor. Todos necesitamos mucho amor, querernos, abrazarnos, si el covid nos lo permite; y si no lo hace, abrazarnos con la mirada, que también se puede, como sonreír con los ojos cuando llevamos la mascarilla. Amor para todos, eso es lo que quiero y es mi gran deseo no solo para esta Navidad, sino para el futuro”, ha concluido el padre Ángel.