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Dieta para la piel: la lista de la compra para después de Navidad

En palabras del dermatólogo Nicholas Perricone, después de las Fiestas nuestra piel tiende a estar apagada y con posibles imperfecciones. ¿Por qué ocurre y cómo solucionarlo? Comer bien será la clave

Decirle a alguien que coma sano y no beba alcohol durante las reuniones entre familiares y amigos que ocurren a lo largo de estos días de celebración parece algo imposible. Entre otras razones, puede suponer un motivo de bajón emocional, ya que el disfrute de la Navidad viene de la mano de comidas copiosas y brindis. Pero son esas celebraciones, justo, las que tienen consecuencias visibles en nuestro cuerpo cuando llega la cuesta de enero. No solo podemos encontrar una serie de cambios en nuestro peso, también en el estado de nuestra piel. “Es importante recordar siempre que la belleza es un trabajo interior. Lo que comemos, afecta directamente a la apariencia y complexión de nuestra piel y a su envejecimiento”, explica el Dr. Perricone, considerado uno de los tres mejores dermatólogos del mundo y responsable de la dieta Perricone, así como de la teoría del envejecimiento por inflamación.

Este último concepto alude a que envejecemos porque nos inflamamos: “Cuando ingerimos una dieta muy rica en azúcares, se producen cascadas de envejecimiento ya que surgen picos glucémicos que cristalizan y rompen el colágeno de nuestra piel. Del mismo modo, otro alimentos o bebidas, como el café, alteran las funciones biológicas de la piel al elevar los niveles de cortisol. Por otro lado, el alcohol, tan presente en estas fiestas, dañan la membrana plasmática de las células, produciendo una reacción inflamatoria en la piel”, argumenta Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de la firma en España.

El concepto de Skin Diet para después de Navidad

Aunque la dieta Perricone, famosa por haberla seguido personajes como Julia Roberts o la patria reina Letizia, es posible seguirla en diferentes momentos del año, enero se convierte en una de las fechas clave, ya que los excesos navideños provocan la necesidad de una puesta a punto de la piel. “Las copiosas comidas ricas en grasas saturadas, las bebidas alcohólicas o los dulces desencadenan procesos inflamatorios en la piel, haciendo que se vea con un tono más apagado, pudiendo apreciarse en ocasiones ciertas rojeces e, incluso, brotes de granitos, debido al desajuste de lípidos en el organismo”, añade González. Así, una dieta con concepto antiinflamatorio se postula como la clave esencial para devolver a la piel todo su lustre. “En tan solo tres días de dieta, se podrá apreciar cómo la piel se ve más calmada, equilibrada y luminosa. Es una dieta que podemos alargar hasta un máximo de 28 días”, suma la experta. Resulta interesante ver el concepto de “dieta” asociado a algo que no sea adelgazar. “Aunque no está pensada para perder peso, suele ocurrir, ya que su equilibrio tiende a ayudar en ello”, concluye.

Dr. Nicholas Perricone

Los ingredientes clave de la lista de la compra

Hay muchos más, pero sin complicar demasiado, la lista de la compra puede seguir ya unas máximas perriconistas esenciales para ofrecer ese efecto antiinflamatorio en la piel. El primero de ellos está el optar por pescados azules como el salmón, “cuyo alto contenido en DMAE, astaxantina y ácidos grasos esenciales es fundamental para mejorar la firmeza de la piel, ofrecer poder antioxidante y mejorar el riego sanguíneo. Lo mismo ocurre con alternativas como la sardina, por ejemplo”, explica González.

La lista de la compra necesitará algo tan sencillo, también, como nuestro nacional aceite de oliva virgen extra. Compuesto casi en un 75% por ácido oleico, Raquel comenta que es “una grasa monoinsaturada encargada de hacer que disminuya la oxidación del LDL, o ‘colesterol malo’, que puede provocar un deterioro de las células”. Contiene altos niveles de polifenoles como el hidroxitirosol (un protector antioxidante que solo se encuentra en altas concentraciones en esta clase de aceite de oliva). Perricone recomienda aceites de oliva virgen extra de primer prensado, ya que son los que menos acidez y mayores niveles de ácidos grasos y polifenoles contienen, pues conforme aumentan los prensados, se pierden más antioxidantes.

Cómo no, en el carro habrá que incluir verduras, sobre todo aquellas de hoja verde. Una parrillada o crema a base de brócoli, espinacas o espárragos verdes es una magnífica opción para obtener nutrientes y antioxidantes como la vitamina C, el calcio o el magnesio, que frenan el envejecimiento. Además, estas verduras de hojas verdes contienen una alta proporción de agua, aportando hidratación a la piel desde dentro. Siempre que sea posible, se debe optar por alimentos frescos o congelados al natural, evitando los envasados procesados, ya que incluyen cocciones excesivas, destruyen nutrientes y poseen un exceso de sales y azúcares.

De igual modo que deberemos ingerir verdura, conviene incluir frutos rojos en la dieta. Son unos grandes antioxidantes con bajo contenido glucémico son claves para conseguir un rostro más joven y lleno de vitalidad. Además, ayudan a reducir la grasa corporal acumulada. Y los alimentos ricos en fibra y bajos en grasa, como la avena en copos: “ayudan a controlar el colesterol y la presión arterial, además de mejorar el sistema digestivo, regular el azúcar en sangre y proteger el organismo contra el cáncer”, añade González.

Algo clave tras las fiestas, igual que reducir el azúcar, conviene disminuir la consumición de sal. Para evitar con ello que la comida quede sosa, una opción ideal son las plantas aromáticas y las especias que, además de dar sabor, tienen propiedades antiedad. “Tal es el caso de la cúrcuma, con efecto antiinflamatorio y neuroprotector. La salsa de tabasco es otra de las opciones admitidas, ya que su proceso de preparación conserva las propiedades de la capsaicina, un poderoso antioxidante contenido en gran proporción en los chiles”, argumenta la cosmetóloga.

Las infusiones son beneficiosas, aunque entre ellas destaca el té verde. Es una de las bebidas clave de la dieta antiaging Perricone con más propiedades antienvejecimiento confirmadas científicamente. No solo contiene polifenoles de catechin, antioxidantes que estimulan el metabolismo y frenan el envejecimiento, sino que también contribuye a impedir la absorción de las grasas perjudiciales, reduciéndola en un 30%, mientras que el aminoácido theonina mejora el estado de ánimo.

Por último, el chocolate. Sí, increíble pero cierto. Eso sí, a partir de cacao 100% puro. En pequeñas dosis y sin leche, es un potente antioxidante que evita el ataque de los radicales libres y, gracias a su alto contenido en magnesio, regula los niveles de azúcar, ayuda a ‘fijar’ el calcio, controla la flora intestinal y protege el sistema cardiovascular.