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CREMELA


Cremela y su “Vuelta al mundo en 10 helados”

Cremela, la marca que busca revolucionar la manera de disfrutar el helado, presenta “La vuelta al mundo en 10 helados”, una propuesta de su alma mater, José Salas, que plasma así su pasión por viajar y descubrir nuevos sabores, acercando a los amantes de la gastronomía a los destinos más fascinantes del planeta, todo a través del paladar.

Uno de los sueños de Salas siempre ha sido dar la vuelta al mundo, y por eso ha ideado este sabroso tour que es, de alguna manera, la antesala a ese futuro viaje físico. 'La vuelta al mundo en 10 helados' es una experiencia que comienza a través del gusto y que permite explorar sabores inspirados en diversas culturas, dejándose sorprender con cada matiz.

Para poner en marcha esta sabrosa y particular vuelta al mundo, se han inspirado en la búsqueda de la celebración de la amistad, la felicidad y el arte de compartir. Como bien dice uno de los temas principales de la mítica e inolvidable serie, 'Sílbame', la vida trata de eso: de que todo sabe mejor cuando se comparte, de que lo importante es el camino, es estar ahí cuando te necesitan.

Este enfoque es algo que Cremela abraza al 100%, y por eso, cada bocado busca transmitir esa esencia: saborear y compartir, porque todo es mejor cuando se disfruta junto a los demás.

En cada una de las tiendas Cremela, los clientes podrán disfrutar de una selección única de sabores que te transportarán a diferentes rincones del mundo. Como parte de esta aventura, también obtendrán su "Pasaporte Cremela", que será sellado cada vez que disfruten de uno de los sabores de la vuelta al mundo para entrar en el sorteo de un exclusivo viaje en globo, una experiencia única y, sin duda, inolvidable.

Los helados creados en exclusiva para esta particular vuelta son “Hora del té” (Inglaterra), “Ópera de París” (Francia), “Atardecer en la Toscana” (Italia),  “Mercado egipcio” (Egipto), “Coco y Masala” (India), “Amanece en Hong Kong” (China), “Camino zen” (Japón), “Nostalgia de New York” (Estados Unidos), “Paseo por Las Ramblas” (España) y “Perdidos en Dublín” (Irlanda).

Cada uno de estos helados es una tarjeta de embarque a un mundo de sabores, aromas y experiencias que, inspirados en los destinos más emblemáticos del mundo, invitan a un viaje sensorial que fusiona la gastronomía y la cultura de cada país.

Y es que con Cremela (www.cremela.es) no solo se disfruta de creaciones únicas y elaboradas en exclusiva sino que también se saborean aventuras que con la mente nos llevan a otros lugares ya que cada cucharada es una inmersión en un rincón diferente del planeta, donde la tradición y la innovación se encuentran en perfecta armonía.

DETALLES DE CADA SABOR

Inglaterra: "Hora del té"

Este helado rinde homenaje a una de las tradiciones más arraigadas de Inglaterra. La suavidad del té Earl Grey, con su delicado toque cítrico y floral, se fusiona con la textura crujiente y mantequillosa de una galleta shortbread, creando una experiencia de sabor que evoca la serenidad de una tarde nublada en Londres.

Cada cucharada es como un momento de calma, transportando a los amantes de la tradición inglesa a un cálido salón de té, donde el aroma del té recién hecho y la suavidad de la repostería artesanal se mezclan en el aire. Este helado es una celebración del arte del té británico, en una mezcla perfecta de sabores reconfortantes y elegantes.

Francia: “Ópera de París”

Este helado cremoso de café con bizcocho de almendra y salsa de chocolate rinde homenaje a la majestuosidad y sofisticación de la Ópera de París, un emblema de la cultura francesa. La combinación de café intenso y la suavidad del bizcocho de almendra evoca los sabores de la pastelería francesa más refinada, mientras que la salsa de chocolate añade una nota de indulgencia y elegancia.

Inspirado en la famosa pieza de pastelería "Ópera", que fusiona capas de bizcocho, crema de café y chocolate en una obra maestra culinaria, este helado es un viaje sensorial que transporta a quien lo pruebe al corazón de París. Cada bocado se convierte en una oda a la armonía entre la música y la gastronomía, donde la perfección de la pastelería clásica francesa se encuentra con la sofisticación de la ópera, en un escenario de sabores que celebra el arte y la tradición de la capital francesa.

Italia: “Atardecer en la Toscana”

Este helado captura la esencia de la campiña toscana, un lugar donde el tiempo parece detenerse y cada rincón está impregnado de historia y belleza. La suavidad de la ricota, uno de los ingredientes más emblemáticos de la región, se mezcla con el crujiente de los pistachos, creando una textura encantadora que invita a saborear cada momento. La dulzura delicada de la mermelada de higos añade una capa de complejidad que recuerda a los frutos maduros cosechados bajo el cálido sol de la Toscana.

Esta creación no solo es un viaje de sabores, sino también un homenaje a la tradición rústica y elegante de la región. Cada bocado evoca los paisajes serenos de sus colinas cubiertas de olivares, donde el paso del tiempo se refleja en el cuidado de los ingredientes locales. Este helado es una experiencia que te transporta al corazón de Italia, donde la historia, la naturaleza y la gastronomía se encuentran en perfecta armonía.

Egipto: “Mercado egipcio”

Este helado es una oda a los aromas y colores que definen la vibrante vida de los mercados de El Cairo, donde los sentidos se despiertan con una sinfonía de especias y sabores únicos. La mezcla de almendras tostadas y especias exóticas, como el comino y la canela, transporta a quien lo prueba a los bulliciosos pasillos de los zocos, donde las especias se venden a granel y el aire está impregnado de historia y tradición.

“Mercado egipcio” es un viaje sensorial que captura la esencia de este país cuyo legado culinario ha perdurado a lo largo de milenios. La suavidad de las almendras se fusiona con la complejidad de las especias, creando un sabor envolvente que recuerda a las antiguas recetas transmitidas de generación en generación. Es una invitación a explorar el pasado de una civilización rica en cultura, donde la gastronomía ha sido siempre un reflejo de su historia y su gente.

India: “Coco y Masala”

Es una inmersión en las vibrantes tradiciones culinarias de la India, donde la mezcla de especias y sabores se convierte en una celebración del equilibrio y el bienestar. Inspirado en las antiguas recetas ayurvédicas, el helado fusiona la suavidad del coco con el cálido y especiado sabor de la cúrcuma, creando una armonía perfecta entre lo dulce y lo sabroso.

El crumble de coco tostado añade una textura crujiente que complementa la cremosidad del helado, evocando las texturas y aromas que se encuentran en las calles y mercados de la India, donde las especias se venden por montones y las recetas se transmiten de generación en generación.

“Coco y Masala” no es solo un viaje de sabores, sino también una experiencia de bienestar, inspirada en las prácticas que han guiado a la India durante siglos. Cada bocado es una conexión con la cultura india, donde la comida no es solo una cuestión de nutrición, sino una forma de equilibrar cuerpo, mente y alma.

China: “Amanece en Hong Kong”

Este sorbete es una celebración del dinamismo y la diversidad de Hong Kong, una ciudad donde lo antiguo y lo moderno se mezclan en perfecta armonía. La combinación de pomelo fresco y litchi floral evoca la energía vibrante de la ciudad, donde las influencias chinas y occidentales se fusionan en cada rincón, desde los mercados bulliciosos hasta los modernos rascacielos. El toque refrescante del pomelo aporta una acidez revitalizante, mientras que el litchi añade una dulzura floral que recuerda a los sabores exóticos de los mercados de frutas locales.

Esta propuesta es como un amanecer en Hong Kong: un equilibrio perfecto entre la frescura de la mañana y la calidez de la ciudad que nunca duerme. Cada cucharada es una invitación a descubrir la esencia de esta metrópoli, donde la tradición se encuentra con la innovación en cada bocado, creando una experiencia sensorial única que encapsula la modernidad de la ciudad y la profundidad de su herencia cultural.

Japón: “Camino zen”

Este helado es un tributo a la serenidad y la reflexión que define la cultura japonesa. La combinación de queso suave y matcha, con un toque refrescante de yuzu, crea una experiencia de sabor que evoca el equilibrio y la tranquilidad de un jardín zen japonés.

El matcha, un té verde finamente molido, aporta una profundidad terrosa que se complementa perfectamente con la cremosidad del queso, mientras que el yuzu, una fruta cítrica japonesa, ofrece una chispa refrescante que eleva el conjunto.

Esta creación invita a un momento de calma, un viaje sensorial a través de la estética japonesa, donde cada elemento de la naturaleza, desde la suavidad de una brisa hasta la fragancia de las flores, está impregnado de significado. Al probarlo, se experimenta la simplicidad y la armonía que caracterizan el concepto zen, una filosofía que busca la paz interior a través del equilibrio y la moderación. "Camino Zen" es más que un helado, es una pausa reflexiva, un pequeño escape hacia la serenidad que invita a la contemplación.

Estados Unidos: “Nostalgia de New York”

Es un homenaje a la esencia cálida y acogedora de Nueva York, una ciudad que, a pesar de su ritmo frenético, guarda rincones llenos de nostalgia y tradición. El sabor de la tarta de manzana caramelizada, uno de los postres más emblemáticos de la ciudad, se combina con notas de canela y azúcar moreno, creando una experiencia de sabor que recuerda a las tardes de otoño, cuando el aroma de una tarta recién horneada se mezcla con el aire fresco de la ciudad.

En definitiva, un viaje a las clásicas bakeries de Nueva York, donde el tiempo parece detenerse por un momento, y todo el mundo se une para disfrutar de una tarta casera. Este helado captura la calidez de esos momentos familiares, donde el confort y la tradición se saborean en cada bocado. "Nostalgia de New York" no solo revive los sabores de un clásico americano, sino que también invita a revivir el sentimiento de hogar, en una ciudad que, aunque cosmopolita, nunca pierde su toque hogareño.

España: “Paseo por las Ramblas”

Este sorbete captura la esencia vibrante y fresca de Barcelona, evocando el paseo por las famosas Ramblas, donde los aromas del mar se mezclan con los de los mercados locales y las flores frescas. La frescura cítrica de la mandarina se fusiona con la efervescencia del cava y el toque herbal del romero, creando un equilibrio perfecto que refleja la vitalidad y el carácter mediterráneo.

Es un recorrido sensorial por las calles de Barcelona, donde la brisa marina acaricia la piel y el bullicio de la ciudad se funde con los momentos de calma. El cava, símbolo de celebraciones, aporta una chispa burbujeante, mientras que el romero, tradicional en la cocina española, aporta un toque de frescura herbácea que complementa la suavidad de la mandarina.

No solo es un homenaje a la cultura española, sino también a la rica tradición de disfrutar de los pequeños placeres de la vida, bajo el sol brillante de la costa mediterránea.

Irlanda: “Perdidos en Dublín”

Este helado es un homenaje a la calidez y el carácter de Dublín, una ciudad conocida por su acogedora atmósfera y su vibrante cultura. El helado de whisky irlandés, con su toque profundo y suave, se entrelaza con un remolino de caramelo salado que aporta una dulzura equilibrada y reconfortante. La combinación captura la esencia de una tarde lluviosa en la capital irlandesa, cuando las luces doradas de los pubs se reflejan en las calles empapadas y el aire fresco invita a refugiarse en una buena conversación.

Recuerda las tardes pasadas entre amigos, disfrutando de una bebida tradicional irlandesa. El whisky, rico en matices, se suaviza con el toque salado del caramelo, creando un contraste perfecto entre lo cálido y lo dulce, mientras que el caramelo salado añade una capa de complejidad que invita a disfrutar cada bocado lentamente, como una caminata por las tranquilas calles de Dublín.