Al día

La única bodega de cervezas del mundo está en Jerez


Una bodega de cervezas no es lo mismo que una cerveza de bodega, y en este matiz se encuentra la explicación de por qué estamos ante un proyecto realmente especial y novedoso cuyo origen se remonta, atendiendo a los procesos de elaboración, más de ocho siglos, cuando los sherrys viajaban al extranjero en botas de roble y esas botas se reutilizaban para la elaboración y crianza de destilados y, por supuesto, cerveza.

Sherry Beer, la bodega jerezana de cervezas artesanas, cumple cinco años de vida, y para celebrarlo ha lanzado al mercado una nueva referencia: la pilsner. Esta cerveza, que se una a las cuatro existentes en la gama 15&30, se diferencia de las pilsner industriales por estar hecha solo con malta de cebada, por el uso de ingredientes naturales, por su larga fermentación, su carbonatación natural y por no estar filtrada ni pasteurizada. Con una graduación de 4,8º, está pensada para disfrute del gran público y es fácil de entender.

Sherry Beer se ha caracterizado estos cinco años de existencia por elaborar sus cervezas siguiendo el método tradicional de las cervezas artesanas: molido del grano de malta, maceración, filtrado, cocción, enfriado y fermentación. Pero la gran diferencia, y lo que explica por qué estamos ante una bodega de cervezas, es que la maduración no se hace en tanques de acero inoxidable, sino en botas de roble envinadas con oloroso, en un casco con más de dos siglos de historia bodeguera en el corazón de Jerez. Estamos, además, ante la única bodega de cervezas del mundo.

El proyecto Sherry Beer nace, de la mano de la distribuidora gaditana Grupo Merino, con el objetivo de recuperar esas artes productoras, y lo consigue madurando durante meses sus cervezas artesanas en las botas envinadas con oloroso de su bodega de Jerez, botas que están certificadas por el Consejo Regulador de la DO Jerez-Xérès-Sherry. Sin prisa, dejando que la madera haga su trabajo e impregne todo de matices, con el mismo cuidado y dedicación que se emplea en la crianza de los vinos generosos del Marco.

Sherry Beer cuenta con dos gamas: Duela y 15&30. La primera, que está dirigida a un consumidor exigente, a los amantes de la verdadera cerveza artesana, madura en bota y no se pasteuriza, y se compone de seis variedades: Barleywine, cerveza tipo Ale de añada -solo se elabora una vez al año y en plena época de vendimia-, hecha con cinco maltas y lúpulo de origen inglés, es intensa, con notas de fruta madura y sabor dulce, y se presenta lacrada al estilo de los grandes generosos. La IPA, elaborada con dos lúpulos americanos, presenta matices cítricos y es refrescante y floral, y realiza una segunda fermentación al entrar en contacto con las levaduras del vino; Saison, una cerveza realmente especial hecha con lúpulo de mandarina que resulta golosa, con notas a azahar y a naranja deshidratada, recordando a la confitura "bitter" inglesa.

Dubbel, una extraordinaria cerveza de estilo belga con siete maltas, criada en estático y envejecida bajo velo de flor microbiológico, lo que le aporta ese perfil ácido y complejo. Y de cada bota de Dubbel se extrae una parte que se utiliza para encabezar la solera de la Sour Ale, logrando así una cerveza Blend realmente especial que se elabora mediante el tradicional sistema de criaderas y soleras característico de los vinos generosos. Por último, la Porter, una cerveza Imperial, de alta graduación, con matices ajerezados y sabores a malta oscura, a torrefactos y a tostados.

La familia Sherry Beer se completa con la gama 15&30, destinada a un público que se inicia en el mundo de las cervezas artesanas y que busca un producto bien elaborado en el que se aprecien cualidades organolépticas superiores a las de las cervezas convencionales. En su porfolio, cinco variedades, todas ellas con una graduación de 5º menos la citada Pilsner, que cuenta con 4,8º: Blonde (estilo Blonde Ale), IPA (India Pale Ale), Tostada (Amber Ale) e India (estilo inglés) y Pilsner (Premium Lager).

La dirección del proyecto Sherry Beer está a cargo de Francisco Galán, maestro cervecero y responsable de la elaboración y crianza de las gamas Duela y 15&30, quien apuesta por “ofrecer al consumidor dos tipos de cerveza artesana: una de iniciación y otra para paladares más exigentes y ambiciosos, pero ambas con el sello que nos caracteriza y nos hace distintos, como es la crianza en botas de vino oloroso”, destacando que “nuestro público demanda, además, información sobre lo que está tomando, no se conforma solo con beberla, y por eso en todas nuestras referencias aportamos datos técnicos como las IBUs -International Bitterness Units-, que son las unidades que se utilizan para medir el grado de amargor en una cerveza, o el SRM, que es el sistema utilizado por la American Society of Brewing Chemists (ASBC) para medir el color de una cerveza”.

Otro aspecto destacado de Sherry Beer es su apuesta por el denominado BeerTourism, ya que ofrece a los visitantes la posibilidad de vivir una inmersión completa, comenzando por la detallada explicación del proceso de elaboración y finalizando con una cata magistral de las diferentes gamas, maridada con productos gourmet. Cada año pasan por sus instalaciones unas 3.000 personas.