Después de varias tempodas asistiendo a una piel absolutamente recargada, de volumenes retocados hasta la saciedad, de contourings exagerados, de iluminadores excesivos y de artificialidad en general, llegamos a un otoño en el que la piel pide naturalidad a gritos... pero no a cualquier precio.
Necesitamos sencillez pero no simplicidad. Ver la piel natural pero no apagada y de ahi la tendencia del Non-Touring que nos ronda. No contornear, no corregir, no tapar, sí realzar, sí iluminar, sí potenciar. Potenciar lo que está bien, desviar la atención de lo que no está tan bien. No a rostros esculpidos como si sólo existiera un modelo. Sí a lo que nos hace únicos.
|