6 mitos sobre los filtros solares, por Laboratorios Kosei

Físicos o químicos. Mª José Tous, farmacéutica, formuladora y fundadora de Kosei Labs, desmonta las creencias que rodean a la protección del sol.

1º MITO: Los filtros físicos reflejan las radiaciones, mientras los químicos las absorben.

“La absorción -explica Mª José Tous- es una característica común tanto de los filtros físicos como de los químicos. Ambos captan la luz UV y la convierten en calor, que es menos dañino. Parece que se ve con mejores ojos que un protector solar refleje la luz solar a que la absorba. Entendiéndose "absorber" como la penetración a través de la piel para producir algún tipo de daño en el organismo. Cuando se habla de que un filtro absorbe la radiación, nos referimos a un proceso químico y no a un paso a través de la piel. La única diferencia es que los minerales (físicos) dispersan el 5% de la radiación (y absorben el 95%)”

2º MITO: Los protectores a base de filtros físicos protegen más y mejor, que los de filtros químicos.

“Los filtros físicos no dejan de ser partículas minerales y entre ellas siempre pueden quedar espacios por donde la radiación pasa sin problemas. Los filtros químicos -aclara la formuladora de Kosei- son compuestos perfectamente solubles que cubren la totalidad de superficie cutánea, por lo que el daño en la piel se ve disminuido. Además, siempre se utiliza una combinación de estos últimos para actuar sobre todo el espectro UVA y UVB. Bajo mi criterio, lo ideal es combinar físicos y químicos para obtener un producto homogéneo, sin huecos que permitan el paso de la radiación. Conjugarlos asegura muy buen nivel de protección para todo el espectro UVA y UVB, así como una buena sensación a la hora de aplicarlos porque no dejan residuo blanco, no pesan sobre la piel y se extienden fácilmente”

3º MITO: Los filtros físicos protegen frente a la luz azul y la luz visible.

“Los filtros físicos utilizados normalmente en los productos solares NO PROTEGEN frente a la luz visible ni frente a la luz azul, ya que tienen un tamaño de partícula optimizado, cuya pequeña dimensión evita el aspecto blanquecino sobre la piel. Para que sean eficientes es preciso que contengan óxido de hierro, que absorbe la luz azul y dispersa la luz visible, así como dióxido de titanio pigmentario, cuyas partículas grandes se ven blancas, porque dispersan estas radiaciones. Este tipo de ingredientes se encuentran en los maquillajes y en los protectores solares con color como Heliokos Crema Solar Facial de Kosei. La tendencia sin embargo, es utilizar poca cantidad de maquillaje, con lo que la protección solar queda comprometida. Lo ideal en estos casos es aplicar una primera capa de protector solar sin color y encima, otra con color”

4º MITO: Con los filtros físicos no hay que esperar los 15 minutos que precisan los filtros químicos, porque protegen nada más aplicarlos sobre la piel. 

“Ambos tipos de filtro empiezan a funcionar desde el primer momento de la aplicación. Investigadores del Laboratorio de Fotobiología y Dermatología de la Universidad de Málaga han demostrado que son efectivos a los 5 minutos”

5º MITO: Los protectores solares con filtros físicos son más fotoestables, por lo que duran más en la piel y no precisan reaplicar.

“Es cierto que algunos filtros químicos se descomponen con la acción del sol y dejan de ser eficaces, pero esto no significa que les pase a todos. Fotoestables o no, es recomendable aplicarlos cada 2 horas, ya que la capa de protección puede agrietarse en los pliegues cutáneos, desaparecer con el roce de la toalla o la ropa e incluso, disolverse por la sudoración, el agua del mar o la piscina”

6º MITO: Los filtros físicos son mejores porque son naturales.

“Lo natural no tiene por qué ser mejor que lo sintético. Aún admitiendo que fueran mejores, los filtros físicos no son naturales. De hecho, pasan por un proceso químico para eliminar impurezas y a menudo, se utilizan recubiertos de productos sintéticos para evitar la “aglutinación” y los problemas de formulación, así como la película parcial e irregular que dejarían sobre la piel, comprometiendo la protección”

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