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Anuncio histórico en EEUU: el pollo cultivado ya se podría comercializar

Por primera vez, la Administración Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde a un producto cárnico cultivado como parte del proceso de revisión previa a su comercialización.

UPSIDE Foods ha completado con éxito las exhaustivas pruebas de seguridad previas a la comercialización de la FDA para el llamado pollo cultivado, demostrando que esta opción es tan segura como el pollo convencional. Se trata de un hito histórico que allanará el camino para que los consumidores accedan a este tipo de productos en restaurantes y tiendas minoristas de todo el país.

Los productos de UPSIDE Foods pasarán ahora al proceso de aprobación estándar, similar al que siguen los productos cárnicos convencionales. Asimismo, este tipo de producto pasa a estar más cerca de ser una opción adicional para los amantes de la carne que buscan productos de pollo producidos de forma más sostenible.

Seth Roberts, gerente de políticas de la organización no gubernamental Good Food Institute Europe, establece que “se trata de un anuncio histórico que envía al mundo el importante mensaje de que la carne cultivada es parte de un futuro alimentario más sostenible. Este tipo de carne tiene el potencial de ayudar a satisfacer la creciente demanda mundial de carne, al mismo tiempo que reduce los impactos ambientales de nuestro sistema alimentario”. “La COP27 está llegando a su fin y los líderes europeos deberían invertir en soluciones climáticas como la carne cultivada, de la misma manera que han apoyado las energías renovables, para garantizar que los beneficios se sientan aquí en Europa”.

Preguntas y respuestas sobre la carne cultivada

¿Qué es la carne cultivada?

La carne cultivada es exactamente igual a la carne de vaca, cerdo, pollo o pescado que la gente disfruta comiendo hoy en día, pero se produce en fermentadores como los que se usan para elaborar cerveza.

¿Cómo se produce?

Cultivar carne es similar a cultivar plantas a partir de esquejes en un invernadero, el cual proporciona calor, suelo fértil, agua y nutrientes. Para ello, es necesario tomar una pequeña muestra de células del animal y cultivarlas en un fermentador, similar a los que se usan para elaborar cerveza. Este proceso simula el proceso en el interior del animal, proporcionando el calor y los nutrientes básicos necesarios para producir carne (agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales). El resultado es carne idéntica a la carne producida convencionalmente, pero elaborada de una manera más sostenible.

¿Por qué es necesaria la carne cultivada?

La agricultura animal causa el 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero1, el equivalente2 a todos los aviones, camiones, automóviles, trenes y barcos en la Tierra. Se prevé que la demanda mundial de carne llegue a duplicarse hacia el año 2050 y no contamos con los recursos terrestres, el agua o la estabilidad climática como para ampliar los métodos actuales de producción de carne para satisfacer dicha demanda.

En comparación con la producción convencional de carne de vaca, la investigación muestra3 que la carne cultivada producida a partir de energías renovables podría reducir las emisiones climáticas hasta en un 92 %, reducir la contaminación del aire hasta en un 93 % y usar hasta un 95 % menos de tierras, dando lugar a la creación de espacio para una agricultura más sostenible y evitando problemas como la deforestación. Este mismo estudio establece que el pollo cultivado a partir de energía renovable podría reducir las emisiones climáticas en un 17 %, reducir la contaminación del aire hasta en un 29 % y usar hasta un 63 % menos de tierra.

En Europa y en todo el mundo, la mayoría de los antibióticos4 son suministrados a los animales de granja, aumentando así la resistencia a los antimicrobianos que causaron 1,2 millones de muertes en 20195. Por su parte, la producción de carne cultivada está libre de antibióticos6.

Carne cultivada en Europa 

El científico holandés Mark Post presentó la primera hamburguesa de ternera cultivada en el año 2013 en Londres. En la actualidad, existen más de 30 empresas en Europa que trabajan con carne cultivada, incluyendo BioTech Foods, compañía con sede en San Sebastián7.

La investigación llevada a cabo por GFI Europa8 ha revelado una creciente conciencia con respecto a la carne cultivada en los principales mercados europeos: 65% de los españoles, 55% de los italianos, 57% de los alemanes y un tercio de los franceses ya están dispuestos a comprar este tipo de carne una vez esté disponible en Europa.

Asimismo, un gran número de los encuestados consideran que la carne cultivada tendría un impacto positivo en el medio ambiente y el 68 % de la población en España querría que el gobierno apoyara esta nueva forma de producir carne, frente al 38 % de los franceses, 56 % de la sociedad alemana o el 58 % de los italianos.

Proceso regulatorio de la carne cultivada en Europa 

Antes de que un producto cárnico cultivado pueda venderse en Europa, debe ser aprobado por los reguladores en un proceso regido por el Reglamento de Nuevos Alimentos. Una vez que los reguladores de la Unión Europea aprueben el producto, este puede empezar a venderse en los 27 países miembros de la UE. El proceso de aprobación incluye una evaluación exhaustiva y basada en evidencias que demuestren la seguridad y el valor nutricional de la carne cultivada. Se estima que este proceso tendrá una duración de al menos 18 meses. En este sentido, GFI Europa trabaja con los responsables políticos para fomentar un proceso normativo sólido, claro y basado en pruebas en toda Europa. No obstante, hasta la fecha no se tiene ningún conocimiento de que se haya presentado ninguna solicitud de autorización previa a la comercialización de carne cultivada en ningún lugar de Europa.

Acerca de Good Food Institute:

El Good Food Institute Europe (GFI) es una organización no gubernamental de carácter internacional que ayuda a construir un sistema alimentario más sostenible, seguro y justo mediante la transformación de la producción de carne.  

GFI trabaja con científicos, empresas y responsables políticos para promover la carne cultivada y de origen vegetal, ofreciendo un producto sabroso, asequible y accesible en toda Europa.  

Inspirada por la filantropía, GFI emplea sus esfuerzos en reducir el impacto medioambiental de nuestro sistema alimentario, disminuir el riesgo de resistencia a los antibióticos y facilitar el acceso a alimentos de alta calidad utilizando menos recursos. Para obtener más información sobre GFI, puede visitar https://gfieurope.org/