Yann Duytsche (Lille, 1967) se enamoró de la profesión en la pastelería de su tío. Aquel oficio creativo e inmediato le pareció algo mágico y, con solo 15 años, ingresó en la École Hôtelière du Touquet-Paris Plage. Su primera experiencia ya fue de altos vuelos: el Grand Hotel Clément (Ardres), con una estrella Michelin. Pero su gran escuela, asegura, fue el Moulin de Mougins (3 estrellas Michelin) del chef Roger Vergé, el precursor de la nouvelle cuisine. Con poco más de 25 años trabajó en Baixas (Barcelona) y, más tarde, en el establecimiento de Daniel Giraud en Valence, elegido Mejor Obrador de Francia. De ahí fichó para Valrhona, uno de los productores de chocolate más importantes del mundo. Pasó 6 años como formador en su escuela para cocineros y 5 más viajando por el sur de Europa ofreciendo cursos y asesoramiento personalizado. Hace 10 años, Yann Duytsche quiso volver a la esencia de ese oficio mágico que le fascinó de niño y abrió su propia pastelería: Dolç (Sant Cugat del Vallès, Barcelona). Allí practica pastelería de autor, gastronómica, con los mejores ingredientes, las últimas técnicas, maridajes precisos y sofisticados y elaboraciones siempre artesanales. Entre sus best sellers, el Pasión (bizcocho Sacher, crema inglesa esponjosa, cremoso de fruta de la pasión y perlas crujientes); el Sant Pol (base de pasta sablé con crema de almendras, suprema de vainilla de Bourbon y fruta fresca variada) o el Bosc (sablé bretón con gianduja, suprema ligero, canela, limón y coulis esferificado de licuado de limón y frambuesa). Pero Duytsche no renuncia a lo clásico y ejecuta, buscando la perfección, recetas tradicionales como la sacher vienesa, la tatin francesa o el panettone italiano, premiado ahora como el mejor de toda España. |