• El sector piensa que la decisión es irresponsable y discriminatoria, que ahonda en la injusta y inexplicable discriminación fiscal que sufre el sector con respecto a otras bebidas con alcohol, como la cerveza • Es una estocada definitiva a la delicada situación que atraviesa el sector de bebidas espirituosas, que experimenta un desplome del 40% en los últimos años El impacto de la medida se extenderá a otros sectores vinculados como la hostelería, el ocio nocturno y el turismo. No se sustenta desde el punto de vista recaudatorio, ya que en lo que va de año la recaudación de impuestos especiales en bebidas espirituosas ha descendido un 19,8%. A pesar de la subida la recaudación se desplomará por la previsible caída del consumo que provocará la medida, afectando a la hostelería y rematando a las empresas del Sector, que atraviesan una delicadísima situación.
La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) rechaza de manera frontal la subida de un 10% de los impuestos especiales a las bebidas espirituosas, anunciada hoy por el Gobierno, por considerarla injustificada, discriminatoria y partidaria. Además, la patronal afirma que es una medida irresponsable y poco meditada ya que no conseguirá el objetivo buscado de aumentar la recaudación y castigará de forma exclusiva a una industria, compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares, que acumula una caída del 40% en los últimos años. Esto provocará el cierre de muchos negocios tradicionales con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo –unos 35.000-, lo que se traducirá a su vez en aumento del gasto por subsidio de desempleo y la caída de otros impuestos, como el impuesto de sociedades, IRPF e IVA.
Para el sector de bebidas espirituosas esta decisión es un tremendo error desde el punto de vista recaudatorio. Según los propios datos de la Agencia Tributaria, en 2012, la recaudación total ascendió a 744 millones de euros, lo que supone 28 millones menos que en 2011 (un 3,5%), situándose por debajo de los niveles del año 2000 (cuando se recaudaron 755 millones), con una tasa impositiva sensiblemente inferior. Además, desde principios de este año, el descenso en la recaudación se ha multiplicado, acumulando una caída del 16,2% hasta el mes de abril, según la AEAT. A este respecto, Bosco Torremocha, Director Ejecutivo de FEBE, ha afirmado que “esta medida provocará una caída aún mayor del consumo lo que se traducirá inexorablemente en un desplome de las ventas y, por tanto, una menor recaudación por impuestos especiales e IVA. Se va a conseguir el efecto contrario al pretendido. Además esta medida afectará negativamente al impuesto de sociedades y al IRPF, ya que muchas empresas se verán obligadas a cerrar y a despedir gente. Un despropósito.”
Manifiesta discriminación respecto a la cerveza
Antes de la subida anunciada, la carga fiscal (impuestos especiales e IVA) de los espirituosos era ya casi el doble que la cerveza, un 41,3% frente a un 24,3%. “Nuestras empresas están ya sometidas a una elevada carga fiscal, por lo que esta medida sólo ahonda en una situación claramente discriminatoria con respecto a otros sectores de bebidas con alcohol y en un modelo que se ha demostrado ineficaz para recaudar”, señala el Director de FEBE.
En lo que se refiere a los impuestos especiales, las bebidas espirituosas recaudan más de 71% del total que se aplica al alcohol, cuando sólo representan el 27,3% del consumo. La cerveza, sin embargo, recauda sólo un 27% del total, representando el 49% del consumo; y el vino tiene una tasa 0. “Si lo que se perseguía era recaudar más, habría que haber pensado en reformar la estructura del impuesto especial. Así, se ha perdido una oportunidad única para crear un modelo fiscal más eficiente, moderno, equilibrado y competitivo, que no beneficie a determinados sectores frente a otros, y que permita que las empresas compitan en igualdad de condiciones en el mercado.”
Mientras los datos de 2012 de Agencia Tributaria reflejan una caída de 28 millones en la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas, la cerveza aumentó casi en 6 millones, impulsada por el crecimiento de los últimos años. “No encontramos explicación a esta medida. Si lo que se buscaba era recaudar más lo lógico hubiera sido gravar también al sector que más gana, y la cerveza lleva creciendo desde el 2010. Ahora dicen que en el primer trimestre del año el sector descendió ligeramente un 2,5%. Nosotros hemos caído un 38,8% en los últimos años”, afirma Torremocha “Al igual que paga más IRPF quien más gana, o más impuestos quien más contamina; esto debería aplicarse al que más grados de alcohol vende, en este caso la cerveza. Pero no es así.”
Las bebidas con contenido alcohólico son bienes económicamente sustitutivos, de tal forma que cerveza, vino y espirituosos compiten entre sí por la misma cuota de mercado. Subir los impuestos a unos sí y a otros no, transforma la realidad del mercado y beneficia a quienes tienen unos tipos más reducidos y una legislación, en general, más permisiva y beneficiosa –como la publicitaria-.
“Somos consciente del momento económico del país y del impacto de la crisis en los niveles de recaudación. Pero esta medida no va a ayudar al Estado, solamente va a beneficiar a un subsector de bebidas alcohólicas, formado por unas pocas empresas. Mientras que los únicos perjudicados seremos nosotros, las bebidas espirituosas, y el consumidor de nuestros productos, que verá mermada su capacidad de decisión”.
Irresponsable por impacto en el sector e indirectamente a la hostelería y el turismo
La patronal señala que la subida de impuestos especiales multiplica los efectos adversos, muy superiores a la pretendida subida de la recaudación. En efecto, FEBE cree que con esta medida se hundirá aún más el consumo, lo que impactará directamente en una industria tradicional y muy arraigada en España compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares muy golpeadas por la crisis y que, en muchos caso, se verán obligadas a cerrar con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo, lo que se traducirá a su vez en aumento del gasto por subsidio de desempleo y la caída de otros impuestos, como el IRPF, IVA o el Impuesto de Sociedades.
Poniendo el acento en las consecuencias sobre el mercado laboral, las bebidas espirituosas sostienen cerca de 360.000 puestos de trabajo, entre los directamente imputables a la industria y los vinculados dentro de la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, entre otros subsectores. Todos ellos han sufrido un acusado ajuste en cuanto a puestos de trabajo desde el 2008 y sólo el turismo ha presentado un repunte a lo largo del presente año. Según estimaciones de FEBE, esta subida de impuestos especiales provocará un recorte adicional entre todos ellos de unos 35.000 empleos.
Para el sector de bebidas espirituosas el canal hostelero es fundamental a la hora de fomentar consumos responsables y perpetuar el patrón de consumo mediterráneo que caracteriza a España. Como principal canal de distribución, con un 77% del consumo de espirituosos, la medida impactaría directamente en el sector hostelero, que acumula ya cinco años consecutivos de retroceso. La actividad de bares y restaurantes, acumula pérdidas cercanas a un 20% desde que se inició la crisis en 2008.


