Abadia de Poblet, la única bodega de Cataluña ubicada dentro de un monumento histórico y propiedad de la familia Codorníu Raventós, presenta hoy su nuevo proyecto enológico. Se basa en la recuperación de las variedades autóctonas de la zona, especialmente el trepat, y de procesos de elaboración ancestrales similares a las que utilizaban los monjes de la orden del Císter como, por ejemplo, técnicas de viticultura no invasiva, vinificaciones en grandes depósitos, crianza en fudres y ausencia de aditivos para la fermentación.
Además, Abadia de Poblet renueva su imagen y su bodega, y da a conocer sus nuevas apuestas enológicas bajo la categorización de vinos de monasterio. Todas estas novedades se enmarcan en el proyecto transversal de la compañía de apostar por el valor, el origen y la tierra, así como de reconocer denominaciones de origen con gran potencial, como la Conca de Barberà, que desde hace unos años está escalando posiciones para convertirse en un nuevo referente vitivinícola.
Nuevos vinos de monasterio
En palabras de Ricard Rofes, enólogo de Abadia de Poblet y reconocido por su labor en la bodega de Scala Dei y su contribución en la D.O. Priorat: “La filosofía de los nuevos vinos de monasterio es que transmitan las características de las uvas con las que se elaboran y el terroir en el que han sido cultivadas. Esto solo se consigue, trabajando de forma no invasiva. En Abadia de Poblet hemos apostado por llevar a cabo vinificaciones con raspón en depósitos de cemento y sin aditivos durante la fermentación, e incluso crianzas en fudres tal y como se hacía antaño”. Asimismo, el proyecto destaca por la recuperación de varietales locales (trepat, garrut y garnatxa principalmente) para ofrecer vinos que expresen las tipicidades del terroir y zona de la que provienen.
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