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El secreto del nude perfecto para un makeup no makeup

El nude no es un color sino una clasificación de colores. Hace referencia a un grupo de tonalidades que imitan el tono de la piel, y hay tantos matices en ella, que sería reduccionista catalogar el nude únicamente como un color beige rosado. Es por ese motivo que muchas mujeres no se ven favorecidas con el tono nude que se considera universal. Sencillamente porque no es universal.

El secreto está en encontrar tu “tono sobre tono” en esa amplia gama de colores naturales que pueden incorporar matices tierra, cetrinos, amarillentos, rosados, marrones, melocotón, blanquecinos o rojizos para que al aplicarlos sobre la piel ésta se vea sublimada, no apagada ni tapada. En definitiva, la clave al escoger el tono nude ideal es mantenerse fiel a nuestros rasgos y tono de piel originales para que el maquillaje sea natural pero resulte radiante.

Grosso modo podríamos decir que a las pieles rosadas les favorecen los subtonos rosados y grises, a las doradas, los subtonos amarillos y beiges, mientras que las pieles cetrinas y verdosas resaltan con subtonos violetas y azulados. Es decir, hay nudes, rosas y rojos para todas las pieles, la clave está en dar con el matiz o subtono adecuado a nuestro color natural.

Una guía para entenderlo mejor:

Localizar ese tono neutro y natural propio permite armar en un santiamén un look que realce de forma sutil la belleza de cada rostro respetando sus facciones mediante la combinación de productos en una misma gama de colores. Pero también adaptarlo a ocasiones más sofisticadas modulándolo en intensidad o jugando con contrastes.

La gama de maquillaje permanente de belle&MAKE-UP cuenta con labiales, coloretes, lacas de uñas y sombras en diversas y favorecedoras tonalidades nude que se adaptan a multitud de variaciones en el color de piel. Solo tienes que escoger el tuyo.