• Una ruta gastronómica por las regiones italianas más exquisitas, desde Bolonia hasta Roma • El grupo Italian Fooding propone un recorrido gastronómico por la península itálica sin salir de Madrid, poniendo el foco en las regiones de Emilia-Romaña y Nápoles • Algunos platos como la Lasagna de Bologna, la pizza Margherita o la Cabrotrufa reflejan la diversidad y riqueza culinaria de la bota europea
Italia es uno de los países que, además de sus paisajes, destaca por su gran gastronomía. En este sentido, según el último informe de Taste Atlas sobre los 100 mejores platos del mundo en 2024, la pizza napolitana ha sido reconocida como la segunda mejor del mundo y la número uno dentro de la cocina europea.
Pero no solo la ciudad de Nápoles destaca en el ámbito gastronómico, sino que cada rincón tiene una identidad culinaria única que refleja la historia, el clima, la geografía y las influencias culturales. “Desde las pastas rellenas de Emilia-Romaña hasta las pizzas más contemporáneas, cada región italiana conserva una herencia culinaria que la distingue del resto”, señala Paolo Maglia, CEO de Italian Fooding.
Lo más habitual es asociar la gastronomía italiana con lasañas, platos de espaguetis o pizzas tradicionales, como si estos fueran representativos de toda la cocina del país. Sin embargo, estos platos icónicos se encuentran en el sur de Italia.
La cocina italiana es mucho más que eso. Por este motivo, y con el objetivo de fomentar esta riqueza culinaria, Italian Fooding, el grupo de restauración especializado en cocina italiana, propone un recorrido gastronómico, a través de sus restaurantes, por toda la península itálica sin salir de Madrid.
Emilia-Romaña: situada en el norte de Italia, muchos la consideran como la verdadera cuna de la cocina italiana. Esta región reúne productos con el sello de calidad DOP (Denominación de Origen Protegida), como el queso Parmigiano Reggiano, que se produce en las provincias de Parma, Módena y Reggio Emilia.
El restaurante Cabiria, cuenta con una selección de los mejores platos de esta zona. Su propuesta gira en torno a técnicas tradicionales y sabores potentes como el Vitello Tonnato, una receta típica del norte del país. También la Auténtica Lasagna di Bologna, un clásico elaborado con 5 capas de pasta al huevo con espinacas, rellena de salsa bolognesa, bechamel y parmesano.
Dentro de Emilia-Romaña, se encuentra Bolonia, la capital de la región. Esta es la ciudad en la que nació la pasta fresca como la conocemos hoy, con el ragú (la carne de la pasta a la boloñesa) y la mortadela. En Bresca, cada plato es una carta de amor a la cocina Boloñesa, desde la pasta al huevo amasada a mano hasta las salsas que han pasado de generación en generación.
Nápoles: La pizza es uno de los grandes orgullos del país, con Nápoles como su epicentro. Fue allí donde, a finales del siglo XVIII, se creó la masa tradicional elaborada con agua, harina, levadura y sal. Totale mantiene viva esta pasión italiana, ofreciendo una buena base, elaborada con sus siete tipos de masas, que reposan un mínimo de 72 horas.
Por supuesto, no podía faltar la pizza Margherita, coronada como la reina de la región y un icono nacional. De hecho, sus ingredientes, tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde), reflejan los colores de la bandera italiana. Los restaurantes de Totale invitan al comensal a experimentar sabores a partir de este estilo de pizza y crear su propia versión.
Lacio: Roma, la ciudad más importante de esta región, no solo destaca por su historia y arquitectura, sino también por su propuesta culinaria, conocida por la sencillez y el sabor contundente. Settebello rinde homenaje a la capital con platos como la Carbotrufa, una versión de la clásica carbonara elaborada con panceta romana ahumada.
De norte a sur: un viaje de sabores a la italiana
En general, Italian Fooding destaca por su diversidad culinaria. Su propuesta no se centra en una sola zona, sino que recorre el país a través de una selección de platos que representan lo mejor de cada territorio: desde los gnocchis del norte hasta las salsas intensas del sur. Un ejemplo claro es el Tominvoltino, elaborado con un queso Brie originario de la región de Piemonte o el Ravioli Burrata & Salmón, relleno de burrata de la región de Puglia, entre otros.
La sección de postres también es fiel a la tradición, pero incluye variantes modernas como la introducción del pistacho en el tiramisú, uno de los dulces más famosos de Italia, originario de Véneto.