El 4 de julio es una fecha marcada con especial cariño en el calendario de New York Burger (www.newyorkburger.es), porque todo lo que pasa en la ciudad de los rascacielos, pasa en este restaurante… Es un día tan importante que hasta han llamado así a una de sus hamburguesas, y para celebrarlo, nada como hincarle el diente a la espectacular 4 de julio.
Fue la propuesta de Pablo Colmenares, chef ejecutivo, para celebrar los 13 años de NYB, una edición limitada que tuvo que quedarse en carta por aclamación popular y, un año después, es uno de sus best seller. Así es capa a capa: carne de primera hecha a la brasa, queso cheddar americano fundido y una gran loncha de panceta ahumada durante 6 horas, glaseada con salsa BBQ casera y con ese sabor ahumado característico de la firma que reinventa la clásica hamburguesa. Diferente es también su presentación, porque el bacon se sirve al lado y es el cliente el que lo coloca a su gusto… el problema es que está tan bueno, que probablemente más de uno se lo coma antes de cerrar el pan. Colmenares indica que “se trata de una elaboración sencilla, pero los ingredientes son muy buenos y el bacon ahumado, con ese grosor -es tres veces más gruesa de lo habitual-, cocinado y glaseado, la convierte probablemente en la mejor bacon cheeseburger del mercado”. Su precio, desde 14’95 €. Eso sí, hay que estar atentos a sus RRSS porque habrá sorpresas y por partida doble para los miembros de One Way, ¿aún no formas parte de esta sabrosa familia?
Y atención, que llegan los fuegos artificiales… van a endulzar la efeméride invitando a todos los clientes que asistan el martes 4 de julio, tanto en horario de comidas como de cenas, con el novísimo Donut York (en versión mini). Es 100% casero, súper esponjoso, está recubierto de toffee y confitura de frutos rojos y coronado con helado de vainilla. En Estados Unidos, amigos y familiares se reúnen y encienden la BBQ y nosotros en Madrid o Barcelona nos sentamos en alguno de los restaurantes de NY y disfrutamos como si estuviéramos en la Gran Manzana. Tranquilos, ¡que el donut se queda en carta!