• Además, ayuda al correcto desarrollo muscular causando furor en deportistas. • La experta Victoria Lara, del departamento científico de Laboratorios Arkopharma, explica por qué el magnesio ayuda a regular el sistema nervioso.
Cada vez son más personas las que, a través de las redes sociales se unen al movimiento wellness buscando soluciones para mejorar la salud mental y física.
A medida que crece la conciencia sobre el impacto del estrés y la ansiedad, crece el interés por los consejos e ingredientes naturales que ayuden a aliviarlo. Por eso, en los últimos meses millones de usuarios han visto su atención capturada por un elemento necesario para más de 300 reacciones bioquímicas que suceden en el cuerpo: el magnesio.
Victoria Lara, farmacéutica de Laboratorios Arkopharma, explica que el magnesio, como mineral esencial, cumple varias funciones vitales: ayuda al convertir los alimentos en energía, es esencial para la formación y mantenimiento de los huesos, también es crucial para el funcionamiento de los músculos y regula el ritmo cardíaco... Mantener niveles adecuados de magnesio en sangre nos asegura que todas estas funciones se cumplen adecuadamente y ayuda a mantener una salud óptima. Sin embargo, es gracias a su impacto en el equilibrio del sistema nervioso por lo que se ha hecho viral en redes sociales.
¿Cómo puede el magnesio ayudar a controlar los efectos del estrés?
El estrés es una respuesta natural del cuerpo a las situaciones de tensión, pero cuando se vuelve persistente y abrumador, puede afectar a la calidad de vida y a la salud mental y emocional. Victoria Lara afirma que, cuando una persona está sometida a altos niveles de estrés durante un tiempo prolongado, aumenta el cortisol en sangre, lo que lleva a una disminución de los niveles de magnesio conocida como “hipomagnesemia” puesto que se comienza a eliminar el mineral por la orina. Incorporar el magnesio, ya sea suplementado o a través de alimentos, puede ser una ayuda eficaz para controlarlo ya que:
- El magnesio participa en la síntesis de neurotransmisores, incluyendo los asociados con el estado de ánimo, como la serotonina. Niveles adecuados de estos neurotransmisores son fundamentales para mantener la salud mental y prevenir ante el bajo estado de ánimo.
- Este mineral también es responsable de activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación y la recuperación (desacelera el corazón, dilata los vasos sanguíneos, relaja los músculos del aparato digestivo...). De esta manera, se convierte en un mineral fundamental para gestionar el estrés de manera eficaz.
- Puede ayudar a regular los niveles de cortisol, también conocida como hormona del estrés. Un adecuado equilibrio de cortisol es esencial para mantener una óptima conexión entre el cuerpo y la mente: “el magnesio actúa en el Sistema Gabaérgico, “encargado de la relajación del organismo, lo que también ayudará a la conciliación del sueño mediante el control de los niveles de cortisol” afirma Victoria.
- Por último, el magnesio está vinculado a la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño. Un sueño de calidad es esencial para gestionar el estrés y la ansiedad de manera efectiva. De acuerdo con Victoria Lara, “para que el cuerpo pueda dormir necesita tener unos niveles óptimos de melatonina en sangre y para que esta se produzca, es necesario contar con minerales esenciales, como el magnesio”.
Una opción para el bienestar mental
Dada su importancia en tantas funciones biológicas clave, asegurarse de tener una ingesta adecuada a través de alimentos ricos en magnesio es esencial: desde frutos secos y legumbres (almendras, semillas de calabaza, lentejas), pescados como la caballa o el atún, vegetales de hojas verdes (especialmente las espinacas o la col rizada) y otros alimentos como plátanos, aguacates o chocolate negro.
VÍNCULO ENTRE LA NUTRICIÓN Y LA FARMACIA
Arkopharma, laboratorio farmacéutico francés especializado en fitoterapia y líder europeo en el ámbito de medicamentos y complementos alimenticios naturales a base de plantas, defiende la importancia de cuidarnos bien por dentro para sentirnos bien por fuera.