Al día

Dormir en una antigua fábrica de bordados es posible en Barceló Funchal Oldtown


Su ubicación privilegiada en el centro histórico, su arquitectura original del siglo XVII y su interiorismo inspirado en la artesanía de Madeira son algunos de sus encantos

Con una localización privilegiada en el casco histórico de la ciudad, el hotel Barceló Funchal Oldtown destaca por sus vistas al Atlántico y por un ambicioso proyecto de rehabilitación que ha permitido recuperar parte de la historia de la ciudad.

Seis edificios del siglo XVII conforman la infraestructura del Barceló Funchal Oldtown, todos mantienen sus fachadas originales y sus antiguos forjados interiores. Uno de ellos fue la sede de la fábrica Oliveira Bordados Enmaderienses, mientras que otro perteneció a la familia Blandy’s, principal pionera del comercio del vino de Madeira y una de las mayores productoras mundiales en la actualidad.

Una puesta en valor del patrimonio cultural de Madeira

El hotel, con categoría 5 estrellas y 111 habitaciones, se encuentra junto a la Catedral de Funchal y la Avenida do Mar, una de las principales arterias de la ciudad. Destaca por su diseño de estética moderna y la utilización de elementos simbólicos de la arquitectura de esta isla portuguesa.

En el proceso de excavación se encontraron importantes elementos y vestigios de siglos pasados, concretamente, más de un millar de piezas de cerámicas de época colonial, restos de una calzada del siglo XVI, un zapatero raspador del siglo XVII o monedas del XVIII. Para poner en valor el patrimonio cultural local y perpetuar el legado de la ciudad de Funchal, todos estos objetos históricos se integraron en la decoración del hotel. También en las vigas y en la fachada original se ha mantenido el uso de las piedras naturales y la madera, de más de cien años de antigüedad, respetando la manera tradicional en la que se ejecutaban los muros antiguamente.

Por otro lado, las renovadas habitaciones y restaurantes de Barceló Funchal Oldtown cuentan con referencias a los bordados y a la cestería de mimbre de la isla en su decoración, además de otros materiales típicos de la zona que se han empleado en los diferentes espacios, otorgando un carácter auténtico y local a un hotel hecho por y para Madeira.