Al día

Cóctel caliente y un dulce recién salido del horno

El combo perfecto para las meriendas de invierno

La Posada del Dragón ubica en su corrala del siglo XIX la magia de las tardes de invierno a través de su Hot Lemon Bourbon, un cóctel caliente maridado con un delicioso Tatín casero de manzana.

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El frío continúa, pero eso no impide poder disfrutar de las tardes del fin de semana en una terraza de Madrid. La Posada del Dragón se une a la última tendencia gastro, los combinados calientes, lanzando una merienda muy especial pensada para los más sensibles al frío. 

La bebida diseñada para amenizar las tardes de merienda en esta corrala está elaborada a base de Bourbon Jim Beam, miel y limonada casera y coronada por una espuma de cítricos, piel de naranja y canela en rama. Un cóctel invernal que busca reinventar el Hot Toddy estadounidense, un clásico en la coctelería caliente considerado como un remedio para sobrellevar los síntomas del resfriado. Para completar este reconfortante combinado, lo acompaña el Tatín casero de manzana, un postre típico de la repostería invernal que añade un toque de frescor con el helado de vainilla de Madagascar. El combo perfecto para ponerse a tono y olvidarse de las gélidas temperaturas durante un momento.

La ubicación de este local también anima a apuntarse a esta cálida merienda. La Posada del Dragón mantiene las puertas de su corrala abiertas durante todo el invierno, pero sabe bien cómo mantener a sus clientes abrigados. Sin la necesidad de limitar los planes invernales a un lugar cerrado, esta terraza está perfectamente acondicionada tanto para los que buscan sorprender a alguien con una de las terrazas mejor escondidas de la capital, como para los que buscan acurrucarse con un buen libro bajo la tenue luz de este histórico lugar.

Precio de la merienda de invierno (cóctel + dulce): 10,90€

Disponible todos los días de la semana a partir de las 18:00 horas.

Sobre La Posada del Dragón

Lo que hoy conocemos como Posada del Dragón, fue a comienzos del siglo XVI, una Alhóndiga (granero municipal, lugar de almacenamiento del Pan y donde también se regulaba su distribución y venta). Fue propiedad de la Villa de Madrid y se remonta a la época de los Reyes Católicos. La Posada del Dragón debe su nombre al mítico dragón que estaba situado en piedra sobre la Puerta de Moros.

Fue construida como casa de huéspedes en 1868 por el arquitecto Francisco de Cubas, Marqués de Cubas. Forma parte de un edificio histórico protegido. El edificio es una corrala del siglo XIX, en cuyo interior se encuentran restos de la muralla cristiana, una bañera de mármol, un pilón-abrevadero y una escalera de madera. A finales del siglo XIX el edificio original fue demolido y reconstruido en 1910, donde empezó a conocerse como alojamiento para comerciantes del Rastro y proveedores del cercano mercado de La Cebada. En aquella época, era tal el trajín de viajeros, que las compañías de postas y diligencias establecieron las paradas de sus carruajes, y con el tiempo, de autobuses, en esta Posada.

Actualmente, La Posada del Dragón ha recuperado su actividad y se ha convertido en un Hotel de exclusivo diseño y estilo singular con propia personalidad.