Casi sin darnos cuenta hemos dejado atrás febrero y empieza marzo, el mes de la primavera. Los días son más largos, el sol vuelve a calentar y de repente nos damos cuenta de que en nada empezaremos a quitarnos capas de ropa y a enseñar esas zonas que han estado protegidas durante los meses de invierno.
No pierdas más el tiempo y empieza a preparar tu piel para el momento en que digas adiós a los pantalones, las medias, los jerséis de lana y el cuello alto.
Una muy buena manera de mantener tu piel a punto es realizar una vez a la semana un cepillado en seco. Con él se eliminan las células muertas y algunas toxinas superficiales que impiden a la piel oxigenarse de manera correcta. Al principio puede resultar algo molesto, pero solo es cuestión de encontrar el grado óptimo de presión. Y te lo advertimos, una vez que te acostumbras, ya no puedes dejarlo.
El aspecto general de la piel mejora porque van desapareciendo pequeños granitos y otras imperfecciones como esas antiestéticas acumulaciones de piel que se forman en codos y rodillas y que hacen que esas zonas se oscurezcan.
Además, los movimientos de arrastre del cepillado en seco favorecen la irrigación sanguínea, o lo que es lo mismo, ayudan a la sangre a volver al corazón, con lo que se reactiva la circulación, se eliminan más toxinas y se estimula el sistema linfático.
Cómo se hace
Realizar un cepillado en seco es fácil pero hay unas sencillas pautas que debes conocer. Para empezar, necesitarás un cepillo para cuerpo o un guante de crin.
Comienza masajeando las extremidades con movimientos circulares y siempre en sentido ascendente, es decir, empieza por las manos para pasar a los brazos y subir hasta los hombros y, posteriormente, masajea las plantas de los pies ascendiendo por las piernas hasta las caderas y glúteos.
A continuación masajea pecho y espalda con cuidado de no dañar la delicada piel del escote. Por último, realiza movimientos circulares sobre el abdomen, esto ayudará, entre otros, a activar la digestión.
Repite los movimientos en cada zona varias veces incidiendo en las zonas conflictivas como glúteos, caderas y abdomen. Y finaliza el cepillado con una ducha templada y un masaje hidratante con aceite corporal.
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