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LA SALVE pone en marcha su club de cerveceros para acercar más aún la fábrica al consumidor


Contar con una fábrica de cerveza en la ciudad es una ventaja que pocas ciudades tienen y que pueden contarse con los dedos de una mano en Europa. Bilbao es una de ellas, con la fábrica que LA SALVE inauguraba hace ahora dos años en plena capital. Esta ventaja de contar con una fábrica de cerveza en la ciudad y el propio modelo de trabajo colaborativo en el que se basa LA SALVE ha dado lugar al nacimiento, esta misma semana, del club de cerveceros de LA SALVE, una comunidad que estará formada por 1.000 clientes, amigos de la cervecera, que se beneficiarán de tener una fábrica en la ciudad de la que formarán parte y podrán elegir y participar en la elaboración de sus cervezas formando parte de la estrategia de la marca.

Con la ubicación de la fábrica en Bilbao, se acortan los tiempos de logística y, por lo tanto, de consumo de la cerveza; por lo que el concepto “recién hecho” o “ciclo corto de transporte” ayudan a un consumo en su punto más fresco por parte del consumidor y al respeto al medio ambiente al acortarse considerablemente los desplazamientos. El club de cerveceros de LA SALVE pretende hacer partícipes a sus miembros de una experiencia personalizada y que, cada cual, determine su punto óptimo de consumo y favorecer así el transporte directo entre la fábrica y dichos miembros. Todos estos elementos contribuyen a la estrategia de LA SALVE de colaboración con el medio ambiente y atención directa al consumidor.

Eduardo Saiz Lekue, director de cervezas LA SALVE ha querido destacar que “cuando despertamos LA SALVE, teníamos muy claro que no solo reflotábamos una empresa local, sino que su historia estaría ligada a la de Bilbao para siempre y que, precisamente esto, sería una de nuestras fortalezas y de nuestras mayores responsabilidades a la hora de competir en un mercado donde solo con marcas que enamoren a los consumidores seremos capaces de sobrevivir”. Ahora, fruto de ese compromiso, implanta en su fábrica de Bilbao la filosofía colaborativa, de la que el club de cerveceros es un fruto.

Se trata, en definitiva, de conocer bien los intereses y preferencias de los consumidores y del lugar al que LA SALVE representa; y elaborar, por lo tanto, productos ligados 100% al gusto de los consumidores.

LA SALVE busca que este movimiento de suscripción sea colaborativo y pueda marcar los próximos pasos de la empresa. La existencia y la interacción con este club ayudarán a la cervecera a mejorar e innovar con rapidez para atender los intereses y necesidades de los clientes que serán, a su vez, parte de la experiencia de la fábrica.

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https://www.lasalvebilbao.eus/club-cerveceros-de-la-salve/