Al día

El 24% de los mayoristas hortofrutícolas están en riesgo de impago

El análisis de las cuentas agregadas muestra márgenes muy ajustados, ligeramente por encima del 2,2%, lo que incrementa el impacto de las tensiones sufridas por la cadena de valor en el riesgo de crédito de sus empresas.

La compra periódica de frutas y verduras por parte de las familias deja una evidencia: semana a semana, los precios no dejan de crecer. Y, sin embargo, de acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el 24% de los mayoristas hortofrutícolas se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago. La venta al por mayor de frutas y verduras constituye el eslabón intermedio entre los productores y la comercialización final en una cadena de valor cada vez más tensionada. En su caso, además del sensible incremento de los precios en origen, sus márgenes se ven impactados por el encarecimiento de los combustibles necesarios para el transporte y de los costes energéticos de la cadena de frío y conservación.

De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, los mayoristas de frutas y verduras se concentran en las provincias de Valencia (11%), Murcia (11%), Madrid (7%), Almería (7%), Alicante (7%) y Barcelona (6%). De las seis primeras provincias del sector, Almería presenta el mayor deterioro del riesgo de crédito: el 35% de los mayoristas hortofrutícolas se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago. Le siguen Madrid (29%), Barcelona (28%), Murcia (25%), Valencia (22%) y Alicante (17%).

El sector muestra un significativo tamaño empresarial, con un 19% del tejido compuesto por grandes y medianas empresas. El 44% de sus empresas cuenta con más de 15 años de antigüedad. El plazo medio de aprovisionamiento, que muestra los días que permanecen las existencias en la empresa, alcanza los 23 días. A lo largo de la pandemia y la posterior recuperación, el sector ha afrontado una alteración de sus procesos sometidos a las fuertes oscilaciones de la demanda y a las carencias de oferta. El análisis de las cuentas agregadas muestra márgenes muy ajustados, ligeramente por encima del 2,2% lo que incrementa el impacto de las tensiones sufridas por la cadena de valor en el riesgo de crédito de sus empresas.