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Las limitaciones sensoriales y de movilidad, las dificultades para masticar o la soledad pueden afectar a la nutrición de las personas mayores

El número de personas mayores, tanto en España como en el mundo, va en aumento año tras año. Y es que, según los últimos datos, la población mayor de 65 años supone alrededor del 19% de la población total de España, y un 6% tiene 80 o más años.

La alimentación es uno de los factores clave para lograr un envejecimiento activo. Sin embargo, diversos factores pueden afectar a una adecuada nutrición en las personas mayores. Según los datos obtenidos con el “Estudio FontActiv: El papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población”, las limitaciones sensoriales, las dificultades de deglución o la soledad son algunos de los factores que pueden alterar su alimentación. Y es que, según datos del estudio, el 13% de los mayores de 65 años no disfrutan comiendo y un 19% comen solos todos los días.

Las limitaciones que algunas personas experimentan con la edad también les plantean dificultades a la hora de hacer la compra, principalmente por problemas de movilidad o accesibilidad de la vivienda, o pierden capacidad para preparar la comida.

El “Estudio FontActiv: el papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población” está impulsado por FontActiv, la gama de suplementos nutricionales para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa y el Riskcenter Research de la Universitat de Barcelona (UB). Con motivo del Día Mundial de las Personas de Edad, los autores comparten un decálogo de recomendaciones, basadas en los datos recogidos, para lograr un envejecimiento activo.

1- Vivir y sentir que uno forma parte de una comunidad debería ser uno de nuestros primeros objetivos para contrarrestar la sensación de soledad. 

2- Hacer frente a los factores que pueden provocar riesgo de desnutrición, como pueden ser los problemas para comprar y cocinar los alimentos, ya sea por limitaciones de movilidad, sensoriales o de adaptación de la vivienda. 

3- Implementar, junto con las pautas de medicación, recomendaciones nutricionales y adaptaciones de la dieta, específicas en función de cada patología, ya que la polimedicación puede provocar riesgo de desnutrición. 

4- Establecer hábitos preventivos como, por ejemplo, una alimentación saludable y ejercicio físico adecuado, puesto que contribuyen positivamente en el estado nutricional, físico y mental. 

5- Promover actividades que fomenten el mantenimiento de la musculatura y ayuden a reducir la fragilidad, como son los ejercicios de tonicidad, resistencia y fuerza, que se han demostrado favorecen la mejoría de la capacidad funcional. 

6- Mayor sensibilidad y conocimiento sobre la importancia de la hidratación tanto en la persona mayor como con las personas de su entorno. 

7- Una alimentación completa y equilibrada juega un papel clave para lograr un envejecimiento activo y saludable, y evitar la aparición del riesgo de sufrir desequilibrios o carencias nutricionales, como obesidad sarcopénica o desnutrición. 

8- Diseñar políticas efectivas que permitan evitar aquellas situaciones que pueden hacer que la persona mayor se sienta sola. 

9- Cada vez está cogiendo más protagonismo, el cuidado entre los propios mayores, entre las parejas o los cuidados entre pares, por tanto, se requiere avanzar en el lanzamiento de mensajes de salud pública que faciliten estos cuidados en el ámbito privado. 

10- El colectivo de mujeres mayores de 75 años es el grupo poblacional donde el riesgo de padecer limitaciones para seguir pautas de alimentación adecuada, actividad física y hábitos relacionales deseados es más elevado.

El “Estudio FontActiv: El papel de la nutrición en el envejecimiento activo de la población” analiza el estado de salud y los hábitos relacionados con la nutrición de las personas a partir de los 65 años en España, con el objetivo de obtener datos para conocer sus hábitos nutricionales y sociales y, de esta forma, diseñar un perfil del avance del envejecimiento de la población, su comportamiento y las consecuencias derivadas en el ámbito de la salud, la economía u otras áreas asociadas.

Se calcula que en el año 2050 las personas mayores de 65 años estarán por encima del 30% de la población, con casi 15 millones, de los cuales una tercera parte superarán los 80 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el periodo comprendido entre 2020-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, con el objetivo de impulsar acciones para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.