Bloomest, las lavanderías autoservicio bajo la calidad y liderazgo de Miele, durante el confinamiento ha podido mantener el 90% de sus tiendas abiertas, siguiendo las precauciones establecidas por parte de las autoridades sanitarias y ayudando a los franquiciados en todas las claves para hacer frente a la crisis. Gracias a ello, y de la importancia que ha cobrado la limpieza y el uso de desinfectantes en la ropa, sus más de 60 tiendas han podido mantener el 50% de facturación habitual.
Las lavanderías autoservicio no han cerrado durante el estado de alarma y Bloomest ha abierto el 90% de sus más de 60 tiendas que tiene repartidas por todo el territorio español. Según Gianluca Falchi, Responsable de Negocio de Bloomest en Iberia, la marca ha ayudado al franquiciado con descuentos especiales en los productos debido a la situación que estamos viviendo “no cobrarnos royalty, el único coste que los franquiciados tienen con nosotros es el detergente que hemos rebajado su precio de compra para hacer más asequible ese gasto”. Añade, “una iniciativa que se está poniendo en marcha ahora mismo es la de prolongar tres meses la garantía de las maquinas a todos los franquiciados de España, considerando que en los tres meses de confinamiento la actividad de las maquinas ha sido baja”.
En el plano operativo, durante el confinamiento y en la desescalada, la enseña ha estado muy cerca de los franquiciados con comunicaciones constantes, sobre nuevas herramientas que pueden ayudar ante esta situación inesperada, como productos para desinfectar manos, cartelería para las tiendas o adhesivos para indicar las medidas de distanciamiento, etc.
La franquicia también ha diseñado un plan para futuros inversores que consiste en ofrecer unas condiciones comerciales muy competitivas y ventajosas para abrir una nueva tienda. Los emprendedores pueden encontrar en la franquicia como Bloomest la seguridad de una empresa sólida que pertenece al Grupo Miele y contar con su respaldo. Gianluca Falchi añade “una franquicia que pertenece a una marca tan sólida como Miele, hace que su supervivencia y la de su red de franquiciados sea más estable. Todos los esfuerzos más las nuevas condiciones tienen un doble objetivo, hacer que las tiendas abiertas sufran lo menos posible y vuelvan cuanto antes a la normalidad y ayudar el máximo posible a las inversiones, demostrando -tanto a nivel b2b como b2c- que el sector sigue siendo necesario y una marca como Miele está ayudando a sus clientes a superar esta situación”.
Con la pandemia los ciudadanos están más concienciados de la importancia de la limpieza de la ropa y del uso de desinfectantes lo que incide a acudir más a las lavanderías y aumentar la recurrencia. Todos los lavados de Bloomest incluyen el desinfectante y antibacteriano (Sanyplus) a base de oxígeno estabilizado, certificado por el prestigioso instituto alemán Meducomp.
Respecto a la apertura de tiendas, durante el confinamiento la marca ha abierto total de 5 tiendas en Almendralejo (Extremadura), Bilbao, Majadahonda (Madrid) y dos en Lisboa. Bloomest garantiza exclusividad real de los locales “nuestra principal obsesión es abrir tiendas que funcionen y sean de éxito. Locales a pie de calle, de entre 50-100m2 y en un radio de 1km no se puede abrir otra tienda de nuestra marca”, concluye Falchi.
El autoservicio: inversión refugio y responde bien en época de recesión
El confinamiento está siendo un aprendizaje también para todas las actividades económicas del país, y Falchi considera que las lavanderías autoservicio son una inversión refugio tanto para emprendedores/autónomos que adquieren una tienda como segunda actividad como para grandes inversores que adquieren varias tiendas a la vez “la inversión no conlleva contratación de personal en plantilla, no se invierte en material/bienes perecederos- si se cierra temporalmente el material y stock no se estropea-, las maquinas Miele tiene un largo ciclo de vida de 15-18 años- por lo que no existe el riesgo de renovar a pocos años.” Además, el tiempo para recuperar la inversión es de entre 2/3 años más la rentabilidad que ofrece un autoservicio que se sitúa en un 50% de los ingresos.
Asimismo, en tiempos de crisis económica, el autoservicio tiende a mejorar sus ingresos por las siguientes razones, según explica Falchi “las familias deciden no comprar una nueva lavadora/secadora cuando éstas se estropean y se fomenta el uso del autoservicio que es tres veces más barato que en una tintorería tradicional. Un edredón en una tintorería cuesta unos 25€, y en una lavandería autoservicio entre 7-8€.”