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¿Ruta de ensaladillas en Madrid? Esta es la parada obligada con vistas a Plaza de España

La Santa María, el gastrobar Barceló Torre de Madrid, reinventa la ensaladilla rusa en clave viajera

Que la ensaladilla rusa está viviendo un renacimiento gastro es ya un hecho: chefs, foodies y amantes de la tapa se lanzan cada fin de semana a descubrir su versión perfecta. La capital se ha convertido en una especie de mapa del tesoro con paradas obligadas para quienes buscan la mezcla ideal entre tradición, originalidad y sabor.

Entre los destinos que no pueden faltar en esta ruta, destaca La Santa María, el gastrobar ubicado en Barceló Torre de Madrid, con una de las mejores vistas de la ciudad: directas a Plaza de España y Gran Vía. Pero lo que realmente atrae a los amantes del buen comer es su reinterpretación de un clásico: ensaladilla rusa con langostino, una tapa que combina la suavidad y el equilibrio del sabor tradicional con un toque marino sofisticado.

Sabores clásicos en un espacio de diseño 

La Santa María apuesta por las "tapas viajeras", pequeños bocados que invitan a recorrer el mundo sin salir de la mesa. Desde su sardina ahumada con pimientos asados y aceite picual hasta las ya virales bombas, lagartos y cohetes de “Vallekas”, cada plato cuenta una historia con acento global, pero alma castiza.

Y si de ensaladilla hablamos, aquí no hay trampantojo: la receta mantiene su esencia de toda la vida —patata, mayonesa, encurtidos— pero sube el nivel con langostinos en su punto y una presentación cuidada que la convierte en irresistible tanto al paladar como al objetivo de la cámara. 

Todo esto ocurre en un espacio tan especial como su carta. El interiorismo —con la firma del diseñador Jaime Hayon— mezcla inspiración tropical, bares parisinos y un punto de fantasía, logrando una atmósfera tan fotogénica como acogedora. Bronce, reflejos, curvas suaves y colores vibrantes convierten La Santa María en un lugar donde apetece quedarse y dejar que la tarde pase lenta, entre tapas y sobremesa.