¿Qué tipo de brindador eres? Gin MG presenta los perfiles que nunca fallan cuando se alzan las copas

Hay momentos que lo cambian todo, y uno de ellos es ese en el que alguien levanta la copa y dice: “venga, brindamos”. Puede parecer un gesto pequeño, pero en realidad dice mucho: de ti, de tu grupo, de lo que está pasando.

Y aunque no todos brindamos igual, Gin MG lo tiene claro: todos tenemos un papel en ese momento. Por eso, Gin MG, la ginebra de los que son fans de la real life, presenta los perfiles clásicos de brindadores. Los que siempre están ahí, copa en mano, cuando toca celebrar lo real.

1. El que brinda primero

No espera a que alguien lo sugiera. Tiene el vaso en alto antes de que lleguen las copas. Da igual si es martes o una boda: para él, cualquier momento merece ser celebrado. Tiene discurso para todo. Lo suyo es actitud.

2. El que se emociona

Brinda… y se le humedecen los ojos. Siempre. Le sale del alma. Saca el tema de “lo importante que es estar juntos” y deja a más de uno con la lagrimita. Su copa tiembla, pero su corazón está lleno. Es, sin duda, el más querido del grupo.

3. El del Perfect Serve

No es barman, pero lo parece. Tiene su ritual: copa fría, hielo del bueno, twist de limón... y, por supuesto, Gin MG. Es quien prepara las copas con mimo y siempre dice: “tranquis, yo me encargo”. Su brindis no es solo un gesto, es una experiencia.

4. La de “espera, foto”

Antes de brindar, saca el móvil. Lo suyo es capturar el momento (aunque a veces el brindis acabe siendo por la tercera toma). Aporta contenido, asegura recuerdos y, cuando por fin guarda el teléfono, también brinda como la que más.

5. El reincidente

Brindó hace 5 minutos... pero lo vuelve a hacer. Y otra vez. Y otra. Con él, el momento no termina nunca. “¡Venga, otro por nosotros!”. No importa cuántas veces se brinde, siempre tiene algo nuevo que celebrar.

Una ginebra que celebra los brindis reales

Desde 1940, Gin MG acompaña los momentos que no necesitan filtros. Esos que no salen perfectos, pero salen del alma. Los que se hacen con ganas, con gente real y sin necesidad de excusas.

Porque más allá de cómo brindes, lo importante es tener algo —o alguien— por quien hacerlo.

Y tú… ¿qué tipo de brindador eres?