Se acerca la noche más mágica del año, San Juan, que además coincide con el Día del Cordero, 23 de junio. Y aunque este año no se podrán encender las hogueras en la playa por las medidas tomadas derivadas de la crisis del COVID-19, podremos reunirnos en torno a las brasas de una barbacoa en la que no puede faltar carne de lechal, cordero y cabrito de origen nacional.
Tendencias de consumo
Durante el confinamiento hay dos tendencias gastronómicas y sociales que han crecido, una de ellas es el delivery y todo lo que implica comprar por internet para disfrutar de la comida en casa. Y esto ha sido transversal, no sólo ha afectado a restaurantes que ahora ya no conciben su negocio sin delivery o take away, si no que también ha influido en el sector primario, que ha ido dando pasos firmes en la relación directa con el consumidor y en su digitalización.
INTEROVIC, la organización interprofesional agroalimentaria del ovino y del caprino en España, ha llegado a un acuerdo con Amazon, la principal plataforma de distribución para que ahora sea posible comprar carne de lechal, cordero y cabrito de origen nacional con la máxima garantía de seguridad, frescura y calidad.
La página web de la Interprofesional recoge también un listado con más de 200 puntos de venta de online en los que adquirir directamente el producto. Sistemas digitales de confianza que acercan el sabor de lo nuestro hasta casa.
La temporada ideal y desconocida para consumir cordero
El verano es tiempo de barbacoas y también una de las mejores temporadas para la carne de cordero. Como explica Tomás Rodríguez, director de INTEROVIC “la temporada de verano es uno de los mejores momentos para consumir carne de cordero, ya que el pastoreo de estos animales se realiza durante la primavera, cuando los pastos, bosques y dehesas se encuentran más verdes y con mejores condiciones alimenticias que se complementan con el consumo de cereales. Además, durante el verano el precio es mucho más asequible por la gran producción que hay durante la primavera”. Además, el consumo del producto nacional contribuye al desarrollo económico y social de nuestros ganaderos y contribuimos el entorno rural, lo que deriva en la prosperidad de los pequeños pueblos del país.
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