¿Sabías que a lo largo de la vida el 80% de los adultos sufre en algún momento el síndrome de las piernas cansadas y que en torno a un 30% de las personas adultas lo sufren en España? Si notas que las piernas te pesan como costales, como decía la fantástica Chus Lampreave en “La flor de mi secreto” de Pedro Almodóvar… ¡que no cunda el pánico! El farmacéutico más crítico de las redes, Héctor Núñez - Cosmetocrítico, da las claves para aligerar las piernas y sobrevivir al calor.
¿Por qué en verano tenemos más sensación de piernas cansadas?
Porque el calor dilata las venas y dificulta el retorno de la sangre al corazón. Aunque tu única actividad física sea maldecir al jefe, tu sistema venoso tiene que trabajar para llevar la sangre de vuelta al corazón. Para lograrlo, las venas cuentan con unas “compuertas” (válvulas) que evitan que la sangre retroceda. Las altas temperaturas provocan que las venas pierdan parte de su tono y elasticidad. Como resultado, la sangre circula con más dificultad, se acumula, aumenta la presión en las venas y parte del líquido se filtra a los tejidos, lo que provoca hinchazón, pesadez y la típica sensación de piernas cansadas.
¿Qué notamos cuando tenemos las piernas cansadas?
Además de frustración existencial, los síntomas más frecuentes en las piernas son: cansancio (obviamente), sensación de pesadez, a veces dolor, también hinchazón, picor y hasta varices.
¿A quién afecta?
A lo largo de la vida, el 80% de los adultos sufre en algún momento el síndrome de las piernas cansadas. En torno a un 30% de las personas adultas lo sufren en España. Así que no, no eres especial… pero sí puedes hacer algo.
Causas por las que podemos tener las piernas cansadas
Las causas de las piernas cansadas pueden ser varias es importante tener esto en cuenta ya que no todo es lo mismo y hay en casos en los que el componente vascular puede no estar afectado directamente, pero sí de forma indirecta.
Factores internos:
- Edad: existe un aumento de la incidencia con el aumento de la edad.
- Sexo: es hasta cinco veces más común en mujeres que en hombres por cambios hormonales y embarazos.
- Antecedentes de familiares con problemas circulatorios.
- Estatura: mayor tensión en las venas para favorecer el retorno de la sangre al corazón.
- Patologías: obesidad, enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, lipedema y linfedema aunque estos dos últimos no afectan directamente las venas, la acumulación de lípidos y líquidos respectivamente impiden una buena circulación.
Factores externos:
- Calor: ya sea porque llega el verano, te expones al sol, te das baños de una hora en agua caliente, o te metes en la sauna de chill. El calor produce vasodilatación.
- Sedentarismo: un estilo de vida sedentario y la falta de ejercicio físico.
- Estilo de vida y alimentación: una dieta no adecuada, el consumo de alcohol y tabaco.
- Calzados y ropa ajustada: para entendernos, si algo aprieta, no favorece la circulación. Piensa en los pitillos como un torniquete.
- Posturas estáticas: pasar largas horas de pie o sentado. El trabajo es el culpable.
Recomendaciones generales
Son generales y puede implementarlos cualquier persona
- Terapia de compresión: las medias de compresión graduadas pueden aliviar significativamente los síntomas de las piernas cansadas reduciendo la hipertensión y mejorando el retorno venoso. En cuanto al nivel de compresión se recomiendan unos 20-30 mmHg (lo indica en el envase).
- Elevación de piernas: eleva las piernas varias veces al día unos 10-20cm por encima del corazón para reducir la presión.
- Deporte: el ejercicio físico sea cual sea y en la cantidad que puedas siempre será beneficioso.
- Hidratación y alimentación: una hidratación y alimentación adecuada rica en frutas, vegetales y fibra pueden ayudar al sistema vascular general.
- Control de peso: Controlar la obesidad es crucial, ya que constituye un factor de riesgo independiente de insuficiencia venosa. Bajar de peso puede reducir la carga sobre el sistema venoso y mejorar los síntomas.
- Evita estar sentado o de pie por periodos prolongados, toma alguna pausa y mueve las piernecitas.
- Evita el calor y si también me refiero a achicharrar tus piernas al sol.
- Baños de agua fría tras finalizar el día o en cualquier momento para aliviar la sensación de piernas cansadas.
- Realiza masajes ascendentes en movimiento circulares desde los tobillos hacia arriba para favorecer la circulación ayudándote de un producto específico.
- Evita la ropa y calzado ajustado.
- La terapia de compresión, el drenaje linfático manual y la terapia descongestiva son de ayuda, pero deben ser realizados por un profesional cualificado.
Ejercicios específicos
- Excéntrico de gemelos: suena raro, pero es fácil y puedes hacerlo en cualquier momento, ponte en un bordillo o en el borde de las escaleras, coloca las puntas de los pies en el escalón, a la anchura de los hombros, dejando libre el resto del pie. Utilizando los gemelos sube y baja los talones. Si quieres complicarlo puedes hacerlo a una pierna. Este ejercicio activa la bomba muscular gemelar. Si tienes problemas de movilidad o bipedestación puedes hacer este ejercicio sentado subiendo y bajando las puntas de los pies.
- Ejercicios de bajo impacto como caminar, bicicleta. Lo ideal, ejercicios de pedaleo o caminar dentro del agua, la flotabilidad reduce el peso, minimiza el impacto y ofrece una resistencia suave. Pregunta en tu piscina pública.
Cosmética que ayuda
Recuerda que los cosméticos son un complemento. Antes de introducir uno debes adoptar las medidas y recomendaciones mencionadas en tu día a día y en caso de que exista una patología subyacente realizar tu tratamiento médico.
Ingredientes a buscar:
Extracto de Centella (centellósidos)
Extracto de Brusco/Rusco (ruscogenina)
Extracto de Ginkgo (flavonoides)
Extracto de Uva semilla/hojas (proantocianidinas)
Extracto de Hiedra (rutina)
Extracto de Limón (hesperidina)
Extracto de Vara de Oro (rutina)
Extracto de Castaño de Indias (escina)
Extracto de Cola de Caballo (flavonoides)
Extracto de Árnica (flavonoides)
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