Comer en Madrid y sentirte en Andalucía es posible en Tabernas Bienmesabe. Cada uno de sus ocho locales cuenta con una decoración sureña y su fritura se ha convertido en el plato estrella
Hoy día 1 de junio se celebra el Día Internacional del “Pescaito Frito”, una fecha que cada año se celebra con devoción y alegría en cada una de sus cocinas. Y es que, el grupo Bienmesabe lleva por bandera el ADN andaluz y ese “buen hacer” a la hora de elaborar platos tan tradicionales como el bienmensabe, boquerones fritos, rejos de potera, fritos de merluza, entre otros.
Nada más entrar en sus locales encontrarás sus míticos barriles adaptados para que sean unas agradables mesas altas donde compartir buenos momentos. Sus camareros siempre te recibirán con una sonrisa y esa “gracia” tan característica para hacerte sentir como en casa. En el interior de sus locales, la decoración continúa haciendo un guiño al sur de España gracias a sus materiales nobles y de calidad que conviven junto con el esparto, adornos de forja y sillas como las que encontrarías en cualquier tablao dan como un restaurante con un estilo ansalusí tradicional.
Esta esencia se traslada también a sus cocinas, ofreciendo una carta tradicional, pero con un toque moderno y de innovación del siglo XXI, dando como resultado una autentica neotaberna andaluza. Productos sencillos pero trabajados de forma honesta y siempre cuidando el origen de su materia prima. Tabernas Bienmesabe ofrece a sus clientes un recorrido por todas las capitales andaluzas y sus frituras se han convertido en un imprescindible para los amantes del buen “pescaito frito”.
Un clásico que no puede faltar es el bienmesabe, o también conocido como cazón en adobo. Cuenta la leyenda que, una vez que la reina Isabel II visitó San Fernando, degustó el cazón en adobo. Quedó tan impresionada por su sabor que exclamó: "¡Qué bien me sabe!". Desde entonces, los cañaillas llaman bienmesabe a esta forma de aliñar el cazón.
En tabernas Bienmesabe lo fríen en aceite de oliva virgen extra y elaboran el rebozado con una mezcla de harina de trigo y garbanzos consiguiendo así una textura mucho más crujiente. Sus boquerones fritos también son especiales, frescos y servidos a diario, los limpian a mano dejando los lomitos enteros para posteriormente freírlos en aceite de oliva virgen extra. Un trabajo que implica más tiempo pero que da como resultado la mejor manera de disfrutarlos.