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Al día

Rellenos con ácido hialurónico: qué pasa después

Durante los últimos años la rumorología sobre el ácido hialurónico se ha extendido, planteando numerosas dudas, en parte, debido a la pillow face. Sus rasgos poco armónicos y visiblemente voluminosos se pueden evitar, tal y como explica al detalle la Dra. Carmen Górriz, subdirectora de la Unidad de Medicina Estética de IMR. La personalización, la técnica o el tipo de producto infiltrado son algunas de las claves para conseguir un rejuvenecimiento sin huella

Los rellenos con ácido hialurónico se han convertido en uno de los tratamientos estéticos más demandados durante los últimos años, tanto por su versatilidad como por sus excepcionales resultados en el rejuvenecimiento facial. Sin embargo, la temida pillow face, esa que ocurre cuando se inyecta demasiado relleno en el rostro, especialmente en zonas como los pómulos, las mejillas o la mandíbula, ha hecho saltar todas las alarmas. Este problema, explica la Dra. Carmen Górriz, subdirectora de la Unidad de Medicina Estética, suele ser consecuencia de una mala planificación o de un exceso de producto y afecta negativamente a la proporción y a la armonía facial. Sin embargo, añade, es posible evitarlo y obtener un rostro sin huella estética, algo por lo que se aboga en IMR.

Pillow face: cuatro estrategias para evitar su aparición

La clave para evitar la pillow face, explica la Dra. Górriz, pasa por:

Evaluar adecuadamente al paciente: cada rostro es único y la cantidad y ubicación del relleno debe personalizarse en cada caso.
Emplear técnicas conservadoras: realizar tratamientos en fases, utilizando pequeñas cantidades en cada sesión, para evaluar cómo responde el tejido.
Trabajar con profesionales capacitados: escoger médicos con experiencia tanto en anatomía facial como estética.
Utilizar productos de calidad: optar por rellenos con características específicas que se adapten al tipo de piel y las necesidades del paciente. Es importante que cuenten con su marcado CE o la aprobación de la FDA.

Ácido hialurónico. ¿Es posible disolverlo por completo?

El ácido hialurónico cuenta con su propia «rumorología». Un ejemplo es la imposibilidad de retirarlo por completo cuando ya está instalado en el rostro. La Dra. Górriz aclara una de las dudas más extendidas sobre este relleno estético. El ácido hialurónico, explica, puede disolverse con una enzima llamada hialuronidasa. Sin embargo, su efectividad depende de varios factores:

La calidad del producto: algunos tienen mayor reticulación y son más difíciles de disolver o metabolizar.
El tiempo transcurrido desde la infiltración: los productos más antiguos pueden requerir dosis adicionales de hialuronidasa.
En ocasiones, pueden quedar trazas mínimas de producto en el tejido, pero estas generalmente no son visibles ni problemáticas, explica la Dra. Górriz.

¿Qué pauta temporal sería la adecuada para rejuvenecer infiltrándose, sin perder los rasgos originales?

El tiempo entre sesiones depende del metabolismo, la edad y los objetivos del paciente, pero como regla general, explica la especialista, es importante:

• Comenzar con un tratamiento base para restaurar el volumen o mejorar la hidratación cutánea.
• Realizar retoques pequeños cada 6-12 meses para mantener el resultado.
• Adoptar un enfoque integral, combinando rellenos con otros tratamientos - láser, toxina botulínica o bioestimuladores - para evitar la dependencia exclusiva de los rellenos. Esto asegura un rejuvenecimiento sutil y progresivo, sin alterar los rasgos faciales originales