Fairtrade Ibérica defiende un consumo consciente y sostenible durante el Black Friday

En los medios de comunicación, en las redes sociales o en los escaparates de cualquier tienda no faltan las ofertas de Black Friday estos días. Pero... ¿qué hay, por ejemplo, detrás de la ropa que compramos a las conocidas marcas de ‘moda rápida’ o fast fashion? Alrededor de 60 millones de personas en todo el mundo trabajan en el sector textil y de la confección, el 80% de ellas son mujeres y, de promedio, ganan dos veces menos del salario digno necesario para vivir en condiciones decentes. Y es que el salario medio de una persona que trabaja en esta industria representa sólo el 0,6% del coste de una camiseta.  

El Comercio Justo no es una alternativa, sino una necesidad. Un salario digno es un derecho humano básico, un requisito fundamental para romper el ciclo de la pobreza y asegurar otros derechos humanos, como el acceso a la salud, la educación o la alimentación, entre otros. Desde Fairtrade trabajamos para que las personas que fabrican nuestra ropa y sus familias tengan unos medios de vida justos al mismo tiempo que protegemos el planeta. Por ello, frente al consumismo desenfrenado del Black Friday, nos sumamos a movimientos que defienden un consumo consciente y sostenible, como el Green Friday o el Giving Tuesday, ha señalado el director de Fairtrade Ibérica, representante en España y Portugal de Fairtrade, el sello líder mundial que certifica productos de Comercio Justo, Álvaro Goicoechea.    

La emergencia climática y la pandemia, en palabras de Goicoechea, “han acelerado la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida y hábitos de consumo, desde lo que comemos hasta cómo nos movemos o vestimos, para abandonar la cultura del derroche de ‘usar y tirar’, y adoptar las ‘3R: reducir, reutilizar y reciclar’. En un contexto incierto y complejo, consumidores y empresas están apostando por un comercio que impulsa el desarrollo social, económico y ambiental. De hecho, las ventas de productos de Comercio Justo certificados por Fairtrade acumulan un crecimiento del 294% en los últimos 5 años en España. En concreto, el textil que certificamos ha experimentado un ritmo de crecimiento por encima del 25% en nuestro país durante el 2021, esto es, en un solo año”. 

En este sentido, en nuestro país, marcas de cosmética selectiva como Biotherm o Garnier del grupo L’Oréal han elegido el algodón certificado por Fairtrade para elaborar sus regalos promocionales durante este verano. Del mismo modo, entre los retailers de gran importancia a nivel internacional, destaca Lidl, quien ha apostado por el algodón certificado Fairtrade para sus bolsas de la compra reutilizables y los uniformes de su personal en España. También es el caso de marcas de moda sostenibles y éticas, Skunkfunk-SKFK, que certifica todo el algodón de sus colecciones con el sello de Comercio Justo Fairtrade, es un ejemplo de ello.  

Elegir algodón de Comercio Justo certificado por Fairtrade marca la diferencia 

Y es que la producción de algodón se asocia con varios problemas ambientales: el uso extendido de agroquímicos y el consumo excesivo de agua ponen en riesgo el abastecimiento de agua potable para las poblaciones locales. Las condiciones climáticas imprevisibles también ponen en peligro los medios de vida de los pequeños agricultores. Fairtrade colabora con los productores para eliminar o reducir el uso de agroquímicos y los apoya en su adaptación al cambio climático para ser más resilientes.  

En la misma línea, Fairtrade incentiva y empodera a los productores algodoneros para proteger el medioambiente natural como parte integral de la gestión de su establecimiento. Así, los Estándares Fairtrade protegen la salud y la seguridad de los agricultores, y prohíben las semillas de algodón modificadas genéticamente. En este sentido, alrededor del 56% del algodón Fairtrade está certificado además como orgánico. Del mismo modo, los campos algodoneros certificados Fairtrade del África Occidental y la India son irrigados por lluvia, lo que reduce drásticamente la huella hídrica de la región en comparación con la producción en otros países.  

Asimismo, los productores algodoneros certificados Fairtrade reciben un Precio Mínimo que les permite cubrir los costes medios de producir las mercancías de manera sostenible y, además, actúa como una red de seguridad cuando caen los precios de mercado. También reciben la Prima Fairtrade, una suma de dinero adicional que se paga por encima del precio mínimo acordado y que los productores deciden democráticamente invertir en proyectos destinados a mejoras en sus negocios y comunidades. En concreto, en los últimos 5 años, el importe de la Prima Fairtrade repartida entre todos los productores de algodón certificado Fairtrade asciende a los 6,6 millones de euros

“Las empresas responsables que optan por el algodón certificado Fairtrade apoyan el empoderamiento de los pequeños agricultores y contribuyen a que esta industria sea más sostenible. El 90% de los productores de algodón del mundo viven en países en desarrollo y es precisamente allí dónde Fairtrade concentra todos sus esfuerzos. Desde la introducción del algodón certificado Fairtrade en 2005, nuestro objetivo ha sido extender este enfoque a toda la cadena de suministro de textiles para abordar los desafíos del sector. Así, lanzamos nuestro estándar orientado al textil en 2016, que se aplica a todos los actores de la cadena de suministro. Elegir algodón de Comercio Justo certificado por Fairtrade marca la diferencia”, ha explicado el director de Fairtrade Ibérica.  

Comercio Justo para acabar con las injusticias en la industria de la moda 

Para ayudar a abordar las injusticias existentes en la industria de la moda, Fairtrade también suma esfuerzos con diferentes actores implicados. Un ejemplo de ello es la campaña Good Clothes, Fair Pay de Fashion Revolution and Fair Wear Foundation. Esta iniciativa ciudadana europea lucha para conseguir a nivel de la Unión Europea (UE) la adopción de una legislación de debida diligencia que exija a las empresas multinacionales de todos los sectores identificar, prevenir y mitigar los riesgos de impactos negativos sobre los derechos humanos y el medioambiente derivados de sus actividades. La UE es el mayor importador de ropa del mundo, por lo tanto, esta normativa puede tener un impacto real para millones de trabajadores

En esta línea, Goicoechea ha destacado que Fairtrade trabaja para asegurar unas condiciones comerciales justas que generen relaciones sostenibles y transparentes entre productores, empresas y consumidores. Aseguramos medios de vida sostenibles para todos los agricultores y trabajadores, y damos poder a los consumidores para hacer del mundo un lugar más justo y sostenible con sus decisiones de compra. Asimismo, garantizamos unas cadenas de suministro trazables y sostenibles a las empresas que se certifican con nosotros, ayudándoles a cumplir con la Debida Diligencia de los Derechos Humanos y Medioambientales y alinearse con la Agenda 2030 de la ONU mediante el cumplimiento directo de 8 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las acciones individuales suman y las colectivas tienen el poder de transformar”

Fairtrade Ibérica también es miembro del grupo promotor del Foro Social de la Industria de la Moda de España.El foro está conformado por organizaciones sindicales, oenegés y otras organizaciones de la sociedad civil, empresas, organizaciones y profesionales del mundo académico. El objetivo de este Foro es impulsar una industria española de la moda que contribuya a la sostenibilidad social, ambiental y económica en todas sus cadenas de suministro. Por este motivo, pide con urgencia la adopción en España de una ley vinculante de debida diligencia en materia de derechos humanos y medioambientales. 

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