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ARBENTIA analiza los retos de la transformación digital en el tejido empresarial gallego

ARBENTIA, consultora de negocio y tecnologías de la información y el partner de Microsoft Dynamics con mayor presencia en Galicia, analiza el estado y los retos que afrontan las empresas gallegas en su proceso de transformación digital.

El tejido empresarial de Galicia está compuesto por unas 194.657 empresas (enero de 2021), con un peso de la pyme (99,9%) y de las empresas familiares (92,4%) superior que el resto de España, y muy diversificado (con peso especial de sectores como el textil, la automoción o la alimentación). Según el informe “Retos y Perspectivas de Inversión en Galicia 2022”, la caída de ingresos por el COVID-19 en las empresas de la región ha sido menor que la esperada y el 96% de las compañías encuestadas tienen unas expectativas de ingresos positivas para el 2022.

“La pandemia ha influido claramente en la digitalización de las empresas gallegas. Atravesamos un período de grandes cambios, en el que las compañías locales se han apoyado en las TIC para impulsar su resiliencia y su adaptación, iniciando proyectos muy ambiciosos que no han estado exentos de retos”, afirma Daniel Taboada, Director de ARBENTIA.

Entre las principales tendencias que se observan en el avance de las TIC en las empresas de Galicia, destacan:

-La pandemia ha espoleado las inversiones tecnológicas en la región. Gracias a la composición del tejido empresarial gallego y a su menor dependencia del turismo extranjero de sol y playa, el despliegue activo de TIC ha arrancado antes que en otras regiones de España.

-La nueva normalidad no ha supuesto una vuelta a los niveles de inversión pre-pandemia. Los mismos se están manteniendo, aunque destaca un trasvase desde las herramientas e infraestructuras para posibilitar el teletrabajo, hacia proyectos más estratégicos enfocados en la optimización de procesos, el impulso de las ventas y la mejora en la toma de decisiones.

-Hoy, las TIC y la digitalización son parte clave en las estrategias a corto y medio plazo de cualquier compañía gallega, variando el volumen de inversión en función de la capacidad y objetivos de cada organización.

-Demanda de proyectos TIC más cortos y con un rápido ROI: ya se había observado antes de la pandemia y se ha visto acentuada con la llegada del covid-19, por la necesidad de adaptarse a los rápidos cambios en el mercado. Destaca el foco en proyectos por debajo del año de ejecución, centrados en la optimización de áreas concretas y con tiempos cortos hasta obtener valor.

-Las empresas gallegas, convencidas de las oportunidades y ventajas de la Nube, que es la plataforma elegida en la práctica totalidad de los proyectos TIC del último año. Otra tendencia clave es la renovación tecnológica bajo la modalidad SaaS (Software como Servicio) que permite adaptar el alcance de los proyectos a las demandas actuales del negocio y escalar fácilmente en caso de necesidad.

-Crecen los proyectos TIC en la cadena de suministro: el paso del stock cero a la necesidad de estocar de nuevo, por las dificultades de abastecimiento en los mercados internacionales, han hecho que las compañías de los sectores afectados busquen la ayuda de las TIC para readaptar sus cadenas de valor.

-Tecnologías de futuro para seguir avanzando en la digitalización: fruto de su composición particular, crece el interés de las empresas gallegas hacia tecnologías como la Realidad Aumentada (para las instaladoras que buscan dotar a sus técnicos de campo de una mejor información en las intervenciones), los dispositivos IoT (en distribución) o hacia herramientas de Inteligencia Artificial como los asistentes de voz, para los puntos de venta en Retail, que tendrán un papel importante en los proyectos TIC de futuro.

-La ciberseguridad, uno de los desafíos más importantes en la era digital: se ha convertido en un pilar fundamental para cualquier compañía, al ser uno de los principales riesgos a los que se enfrentan los negocio. Ahora, más que nunca, es imprescindible combatir el ransomware y prevenir los ciberataques que pueden darse al digitalizar el tejido empresarial gallego.