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Aprovechar una mayor visibilidad para minimizar las interrupciones en la cadena de suministro de alimentos y bebidas

Bart A. De Muynck, Director Industrial en project44

El viaje desde la granja o la fábrica hasta la mesa nunca ha sido tan complejo. El menor tamaño de los pedidos, los variados plazos de entrega, las existencias perecederas y las continuas interrupciones han llevado a la cadena de suministro de alimentos a sus límites. Ahora, con la escasez de trigo que amenaza a los alimentos básicos en toda China y los millones de toneladas de grano bloqueadas en Ucrania que afectan a la seguridad alimentaria en toda Europa, es el momento de que la industria alimentaria se enfoque en su cadena de suministro para aliviar la tensión.

La planificación de la cadena de suministro es más importante que nunca para combatir la escasez de productos y el aumento de los precios de los alimentos en medio de una inflación récord. Ahora, las principales marcas de alimentos y bebidas se ven obligadas a replantear sus estrategias y a cumplir con éxito su compromiso de aumentar la visibilidad de la cadena de suministro, no solo para garantizar que los productos lleguen a las tiendas a tiempo, sino para reducir tanto los costes como el desperdicio de alimentos en el proceso.

El camino hacia una cadena de suministro sólida debe comenzar con la tecnología y la digitalización. La obtención de datos de visibilidad de alta fidelidad puede crear perspectivas procesables e informar mejor la toma de decisiones. Lo más importante es trabajar con los mejores socios y seleccionar las herramientas y soluciones adecuadas para recopilar datos que añadan valor y faciliten la toma de decisiones.

Aprovechando el seguimiento del IoT

La incorporación de dispositivos IoT a la estrategia de la cadena de suministro no es un fenómeno nuevo, pero muchas empresas de alimentación y bebidas apenas han arañado la superficie de las posibilidades. Para reducir el desperdicio y garantizar que la delicada carga llegue a su destino en perfectas condiciones, los responsables de la toma de decisiones deben supervisar constantemente las condiciones del envío, independientemente del modo o la ubicación.

El seguimiento a nivel de envío habilitado por IoT, combinado con la monitorización de la temperatura y el estado de los productos, ofrece alertas muy precisas y en tiempo real. Gracias a las integraciones telemáticas y del transportista con la API, las empresas pueden realizar un seguimiento continuo de las fechas de llegada de los envíos hasta el pedido o la referencia, lo que mejora la gestión del inventario en el sector alimentario. Las empresas también pueden hacer un seguimiento continuo de la temperatura y el estado de los envíos y colaborar sin problemas con los datos de transporte entre las distintas partes interesadas.

La detección de mercancías en peligro en cualquier camión, vagón de ferrocarril o barcaza, en cualquier lugar, ofrece la oportunidad de modificar las condiciones a bordo si las temperaturas han descendido demasiado tiempo. Estas capacidades permiten devolver la carga inmediatamente en lugar de perder un tiempo y unos recursos valiosos en la entrega de mercancías deterioradas. Este nivel de seguimiento del IoT garantiza que los recursos vitales lleguen a donde se necesitan, en las condiciones requeridas.

Más datos no significa mejores resultados

Si la conectividad de una empresa se limita a un modo de transporte, a una región o a una pequeña selección de transportistas, resulta imposible proporcionar visibilidad de extremo a extremo. Aunque los dispositivos IoT han aportado una mayor visibilidad en toda la cadena de suministro, este aluvión de datos no sirve de nada si se procesa de forma incorrecta. Por ejemplo, a finales de este año, se crearán, capturarán, copiarán y consumirán aproximadamente 100 billones de terabytes de datos a escala mundial, lo que convierte el procesamiento de datos en uno de los mayores retos para las organizaciones.

Las empresas deben ser capaces de cribar esta oleada de datos, accediendo a la información adecuada para tomar mejores decisiones. Con este conjunto de datos más amplio y una red en la que ya existe el tejido conectivo entre los transportistas, estos pueden incorporar fácilmente su subred, aumentando aún más la cantidad de datos disponibles sobre la cadena de suministro. 

Aunque la inversión en redes, telemática de primera clase y dispositivos IoT es vital, la nueva extensión de datos creados puede ser abrumadora a menos que se recopilen, se limpien y se transformen en conocimientos procesables que impulsen mejores decisiones. La visibilidad que ofrecen estas tecnologías servirá de puerta de entrada para que los responsables de la toma de decisiones obtengan una visión más completa de las operaciones de su cadena de suministro y tomen decisiones óptimas.

Utilizando estos datos de visibilidad de alta fidelidad, es posible mejorar el rendimiento en tiempo y aumentar la eficiencia, con menos tiempo de inactividad y retrasos y una reducción del desperdicio de productos. Sin embargo, en el sector de la alimentación y las bebidas, las interrupciones de la cadena de frío son actualmente responsables de hasta el 40% del desperdicio de productos, lo que significa que la racionalización de las operaciones también tendrá un impacto significativo para ayudar a cumplir los objetivos de sostenibilidad. Por ejemplo, la visibilidad de las emisiones de carbono a través de la telemática del combustible puede proporcionar información sobre rutas y conductores más sostenibles, reduciendo la huella de Alcance 3 y maximizando la eficiencia.

En resumen, los datos de visibilidad de alta calidad son la puerta de entrada a una planificación y estrategia eficaces de la cadena de suministro, ayudando a llevar los suministros de alimentos y bebidas a donde más se necesitan y en las condiciones requeridas. Los datos de visibilidad en tiempo real permiten tomar decisiones predictivas y proactivas y realizar mejoras continuas. Sin embargo, es más que asegurar que sus productos lleguen a las tiendas a tiempo e intactos; también es crucial para reducir el desperdicio y los costes, así como para conservar los recursos y minimizar el impacto de la cadena de suministro en el planeta.