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“Yogures vegetales": parecidos en aspecto pero muy distintos al postre lácteo tradicional

• Estos productos, elaborados a base de ingredientes vegetales como soja o coco, no están regulados por una normativa específica y se diferencian del yogur tradicional por su composición y valor nutricional. • Los de soja son los más equilibrados en proteínas y grasas, mientras que los de coco destacan por su sabor y textura, aunque contienen más calorías y grasas saturadas.

Los llamados “yogures vegetales” son cada vez más habituales e incluyen muchas variedades. Son muy parecidos a los yogures, pero estos productos nada tienen que ver con el postre lácteo de toda la vida. Para elegir bien hay que fijarse en su ingrediente principal, que es la base de todas sus características.

La revista Consumer informa de que no existe una normativa específica que defina estos productos ni que establezca sus requisitos. Pero, a grandes rasgos, se caracterizan por estar elaborados a base de ingredientes de origen vegetal, como frutas –sobre todo coco– o legumbres –generalmente, soja–, que se someten a un proceso de fermentación en el que los fermentos se encuentran vivos. Para evitar confusiones hay que echar un vistazo a la denominación de venta, que normalmente se muestra junto a la lista de ingredientes, en la que veremos una descripción del producto; por ejemplo, “preparado de coco fermentado”, “especialidad vegetal fermentada” o “postre vegetal fermentado con leche de coco”.

Diferencias con el yogur

Estos productos guardan algunas similitudes con el yogur. Se consumen de forma parecida, se venden en formatos similares y su proceso de elaboración tiene puntos en común: se someten a una fermentación en la que intervienen bacterias que en algunos casos son las misma. Pero son completamente diferentes al yogur, que legalmente se define como un producto de leche coagulada que se obtiene por fermentación láctica mediante la acción de las bacterias Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus. En los yogures, esos microorganismos se encuentran vivos y presentes en una cantidad mínima de 10 millones de unidades formadoras de colonias por gramo o mililitro.

En estos productos vegetales no se define qué tipo de bacterias deben utilizarse ni el número mínimo en que deben encontrarse en el producto final. Y, sobre todo, no están elaborados a base de leche, sino de ingredientes vegetales, lo que marca las diferencias, como la cantidad y tipo de grasas y de proteínas. Por ejemplo, el yogur destaca por su contenido en proteínas de alto valor biológico (3%) y por su contenido en calcio y vitaminas B2 y B12. Si buscamos un producto que tenga un aporte de nutrientes comparable, podemos optar por uno elaborado a base de soja, que aporta una cantidad significativa de proteínas (4%) y son de alto valor biológico. Pero la cantidad de grasas es menor. También podemos buscar los enriquecidos con calcio y vitaminas.

Elaborados a base de frutas o legumbres

Según sus ingredientes principales, los productos se clasifican en dos grupos:

Elaborados a base de fruta. Por lo general, se utiliza coco como ingrediente principal –extracto mezclado con agua–, porque es una fruta muy grasa y con un elevado porcentaje de grasas saturadas, lo que aporta sabor y textura.

Elaborados a base de legumbres. Normalmente se utiliza bebida de soja, es decir, una mezcla de agua y habas de soja.

El ingrediente principal determina tanto la composición como las características de estos productos –textura y sabor–, por eso también es importante tener en cuenta la cantidad en la que se encuentra. Esto no siempre es fácil, porque a veces no se muestra desglosado.

Proteínas y grasas

Los productos que más proteínas y menos grasas aportan son los que están elaborados a base de soja. Además, se trata de proteínas de alto valor biológico. Concretamente contienen en torno a un 4% de proteínas y la cantidad de grasa ronda el 2%-3%. Esto también ocurre con algún producto de los de coco, pero por lo general estos últimos suelen presentar cifras mucho más altas. En estos últimos la mayor parte de las grasas son saturadas, dado que proceden del coco. El ingrediente principal también influye sobre el aporte calórico. Si consideramos el valor por cada 100 g, en los productos a base de soja está entre 43 y 82 kcal, mientras que en los de coco se encuentra entre 67 y 174 kcal. Un yogur convencional contiene unas 60 kcal. Los productos elaborados a base de coco tienen un sabor más dulce, la textura es más consistente y untuosa, pero su proporción de grasas es considerable, con una elevada presencia de grasas saturadas.

Recomendaciones de compra

Ingrediente principal: Saber si está elaborado a base de soja o de coco. Nutricionalmente es preferible la primera (aporta proteínas) en lugar del segundo (aporta muchas grasas saturadas).

Azúcares: Mejor si no lleva azúcares añadidos ni edulcorantes. Algunos productos pueden contener zumos de frutas, que aportan azúcares libres.

Proteínas: Mejor elegir los elaborados a base de soja, en los que las proteínas rondan el 4%. En los de coco no suelen llegar al 1%.

Grasas y grasas saturadas: Los de coco contienen proporciones notables de grasas y grasas saturadas. En este sentido, mejor elegir los de soja.

Precio: Conviene valorarlo en función de los ingredientes (mejor soja y sin azúcar) y la composición nutricional (muchas proteínas y pocas grasas saturadas y azúcares).