El reciente tebeo de Paco Roca y Serguei Dounovetz, El ángel de la retirada (Bang ediciones, 2010), dedica varias páginas al sector vitivinícola. Las viñetas en cuestión, muestran el recuerdo de dos ancianos rememorando los tiempos en los que los españoles acudían a las vendimias galas con la esperanza de prosperar. Desde finales del siglo XIX hasta el periodo de postguerra tras las contiendas bélicas que azotaron la Europa Occidental en el siglo XX, la agricultura francesa –especialmente su viña– reclamó mano de obra hispana para sus campos.
Viñedos, cestas de mimbre y botas de vino se suceden en las viñetas de este tebeo que muestra parte de la vida del exilio español principalmente tras la Guerra Civil, centrándose concretamente en el devenir de la colonia española de Béziers, al sur de Francia.
Paco Roca, Premio Nacional de Cómic 2008 por su novela gráfica Arrugas, ya había mostrado su interés en el sector vitivinícola en obras anteriores, donde hacía un guiño al sector poniendo a sus personajes a beber vino o champán, como se puede observar en El juego lúgubre y en El Faro respectivamente.
La aparición gradual del sector vitivinícola en otros medios, en este caso concreto en el mundo del cómic, es de celebrar en el sentido de que va superando su propio feudo para consolidar y normalizar su presencia a nivel general en otros medios de expresión; a fin de cuentas, los cómics y los vinos son dos formas artísticas de disfrutar mejor el mundo que vivimos.
En el reciente Salón del Cómic de Madrid, Expocómic 2010, la D.O. Tacoronte- Acentejo entregó a Paco Roca una botella de vino tinto maceración carbónica de la añada 2010 en reconocimiento a su labor encubierta de fusionar ambos sectores.




