En pleno bosque mediterráneo, se erige La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel, una finca que aboga por el movimiento Slow Travel y el lujo sostenible, con un spa que se calienta mediante huesos de aceitunas procedentes del olivar donde se localiza
Cada vez son más las personas que se replantean su forma de viajar y apuestan por el turismo sostenible, aquel en el que se enmarcan los destinos y alojamientos con un planteamiento respetuoso con el medio ambiente. La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel, localizado en mitad de la Sierra de Loja, es uno de ellos. Icono del Spanish Eco-Charm, su propuesta vacacional se fundamenta en la filosofía Slow Travel y el lujo sostenible, abogando por un estilo de vida reposado en contacto con la naturaleza.
En esta finca de estilo mudéjar, donde amanecer arrullado por el trinar de los pájaros, la invitación a reconectar con uno mismo y con el entorno va acompañada de un férreo compromiso con el planeta mediante una serie de iniciativas que pasan, entre otras cosas, por reducir en un 80% las emisiones de C02 a la atmósfera y en un 45% el consumo energético. Para lograrlo se ha instalado una planta de biomasa que sustituye el gas propano por la combustión de huesos de aceituna procedentes del olivar donde se localiza el hotel.
Esta planta de biomasa es la que calienta las aguas de la piscina climatizada y dinámica del Spa & Wellness y lo dota de calefacción durante los meses de frío, usando para ello un recurso de proximidad abundante en la zona y en gran parte de Andalucía como es el hueso de la aceituna. “Apostar por las energías renovables fue un gran paso que dio Barceló Hotel Group, que siempre ha sido consciente de la necesidad de mejorar la gestión de los residuos y potenciar el reciclaje”, apunta Cristina Domínguez Camiño, directora de La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel.
De esta forma se emplea un combustible de Km 0 y totalmente natural que apenas contamina y cuyo residuo vuelve al mismo lugar del que vino, el campo. Pero el compromiso con la sostenibilidad no acaba aquí. La arquitectura del spa sigue los cánones de los antiguos palacios andaluces, favoreciendo el mantenimiento de la temperatura adecuada y reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado con su diseño blanco de grandes ventanales y materiales naturales como la madera -en techos, vigas y mobiliario-, el barro y el mármol de la Sierra de Loja.
“Queríamos priorizar la luz natural, de ahí que dotáramos al spa de amplios ventanales que nos permitieran aprovechar al máximo la entrada de esta. Las instalaciones incluyen detectores de presencia para ahorrar energía, economizadores de agua, luces LED y materiales de los alrededores”, explica Víctor Pimentel, Spa Manager de La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel.
A lo anterior se suma un catálogo de tratamientos que emplea ingredientes naturales y principios activos orgánicos. “Utilizamos productos de la zona como nuestro oro líquido, el aceite de oliva virgen extra (AOVE), y aceites esenciales realizados localmente. En este punto también buscábamos producir los mínimos residuos posibles”, añade Pimentel.
Un remanso de paz con categoría cinco estrellas, reconocido en 2020 como el ‘Mejor hotel boutique de España’ en los World Travel Awards, considerados los Oscar del turismo, que invita a cuidar del cuerpo, la mente y el alma sin olvidar cuidar al mismo tiempo el medio ambiente.