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La leche mejora el estado nutricional de la embarazada y del futuro bebé

Tal y como concluye el informe científico 'La leche como vehículo de salud en situaciones fisiológicas especiales: mujer gestante', difundido en la antesala del Día Mundial de la Leche

La leche cumple un papel fundamental en la dieta de las embarazadas, ya que aporta energía y nutrientes esenciales de alta calidad como calcio, vitamina D y vitaminas del grupo B entre otros. Su ingesta no sólo mejora el estado nutricional de la mujer gestante, sino que también tiene efectos beneficiosos sobre el crecimiento y desarrollo  fetal y sobre la salud de la madre y la del bebé.

Las mujeres embarazadas tienen necesidades nutricionales específicas y deben ser conscientes de la importancia de mantener una dieta adecuada a las necesidades que requiere esta etapa. A pesar de ello, los escasos estudios disponibles hasta el momento ponen de manifiesto que la alimentación de las embarazadas en España presenta insuficiencias y desequilibrios que se traducen en ingestas inadecuadas de algunos nutrientes esenciales, lo que no sólo repercute en su salud, sino que puede tener también un impacto directo en la salud del futuro bebé.

Así lo recoge el Prof. Gregorio Varela Moreiras, Presidente de la FEN y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid; el Prof. Ángel Gil, Presidente de FINUT y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y la Prof. María Jesús Cancelo, Secretaria General de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) en el informe 'La leche como vehículo de salud en situaciones fisiológicas especiales: mujer gestante', en el que se pone de manifiesto que una de cada dos embarazadas no alcanza el consumo recomendado de ácido fólico, yodo, calcio, hierro y vitamina D. Además, y aunque existe un exceso de grasa en la dieta de más del 70% de las mujeres que esperan un hijo, en más del 50% de los casos la ingesta de ácidos grasos Omega-3 se encuentra por debajo de las recomendaciones actuales.

Dieta, hábitos y deficiencias alimentarias en el embarazo

Durante el periodo de gestación, al igual que en los de preconcepción y lactancia, las necesidades de energía y nutrientes de la futura madre son mayores que las de una mujer no gestante. Esto no significa que la embarazada deba comer por dos, como suele decirse de forma errónea, sino que sus requerimientos nutricionales son distintos y que es especialmente importante darles respuesta para garantizar su bienestar y, sobre todo, un correcto desarrollo del feto.

En este marco, el informe realizado por  FEN, FINUT y SEGO, recoge que durante el embarazo es esencial llevar a cabo una dieta completa, variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos, sin abusar de ninguno ni suprimirlo, salvo que sea necesario por otras condiciones de salud que así lo exijan.   Según afirma el Prof. Gregorio Varela-Moreiras,  “no existen alimentos buenos o malos en el periodo de gestación o de lactancia, sino que lo fundamental es alcanzar un equilibrio dietético para asegurar la salud de la mujer y del futuro bebé”.

En este sentido, algunas de las recomendaciones más importantes en cuanto a los hábitos dietéticos que deben seguirse durante el embarazo son:

  • Distribuir las ingestas en cinco o seis comidas y no saltarse ninguna de ellas (especialmente el desayuno).
  • Adecuar el volumen de las ingestas al grado de actividad física, eliminando las comidas copiosas.
  • Incluir diariamente una pieza de fruta con alto contenido en vitamina C (naranja, mandarina, pomelo, kiwi, fresa) y una ración de verduras crudas.
  • Lavar las verduras y frutas minuciosamente y consumir la carne bien hecha, para evitar infecciones que puedan afectar al feto. Evitar el consumo de carnes crudas o poco cocinadas
  • Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra: legumbres, fruta, hortalizas y cereales integrales.
  • Consumir pescado azul, escogiendo especies de pequeño tamaño, por su alto contenido en ácidos grasos Omega-3.
  • Reducir el consumo de sal (utilizar sal yodada) y moderar el de bebidas con cafeína  (menos de 200 mg/día). Tampoco abusar del té, ya que contiene teína.
  • Incrementar el consumo diario de líquidos (entre 2 y 2,5 L), preferentemente agua volumen de  y realizar la ingesta sobre todo durante las comidas. Las bebidas alcohólicas nunca deben tomarse durante el embarazo.

Sin embargo, los estudios existentes muestran que los desequilibrios en la alimentación son frecuentes. De hecho, más del  45% de las futuras madres no alcanza la ingesta recomendada de frutas y verduras, siete  de cada diez no llegan al consumo aconsejado de cereales y legumbres y se observa un claro predominio de la carne en su dieta, de forma que solo un 51% de las embarazadas afirman que consumen pescado. En cuanto a la leche y los productos lácteos, si bien se toman a diario, sólo el 50% de las embarazadas cumple con la recomendación de ingerir tres raciones al día.

Estos desequilibrios en la dieta se traducen en ingestas inadecuadas de nutrientes que son clave durante el embarazo y la lactancia; de hecho, según los últimos datos, una de cada dos embarazadas no ingiere la cantidad recomendada de ácido fólico, yodo, calcio, hierro y vitamina D y solo el 50% cumple con la ingesta de ácidos grasos Omega-3.

Para asegurar la ingesta de nutrientes durante el embarazo, tradicionalmente se recurre a la suplementación nutricional. Pero la fortificación de alimentos puede ser otra forma complementaria, más natural, de incorporar dichos nutrientes en la dieta de la embarazada.

Leche y lácteos, vehículo óptimo de salud en el embarazo

Tal como se desprende del estudio, el Prof. Ángel Gil señala que “la leche y los lácteos tienen un papel muy relevante en la dieta de las embarazadas, ya que aportan proteína de alta calidad nutricional, calcio, vitamina D y vitaminas del grupo B, entre otros nutrientes. Su consumo no sólo mejora el estado nutricional de la mujer gestante, sino que también tiene efectos beneficiosos sobre el crecimiento fetal y el peso al nacer y sobre algunos marcadores de salud, tanto en las madres como en sus hijos”.

La utilización de suplementos nutricionales es la manera tradicional de tratar de asegurar la ingesta apropiada de algunos micronutrientes cuyos requerimientos son elevados en la mujer gestante. Esta revisión, además, pone de manifiesto que la leche puede ser un vehículo óptimo y más natural para desarrollar alimentos fortificados que ayuden  a asegurar la ingesta de estos nutrientes claves, que tienen efectos beneficiosos sobre el crecimiento fetal y sobre la salud de la madre y del futuro bebé.

La leche, por sus características físico-químicas y por su facilidad y frecuencia de consumo, es un vehículo ideal para el enriquecimiento y la fortificación de la dieta con determinados nutrientes, como el calcio, la vitamina D o los ácidos grasos Omega-3.

En el mencionado informe se ha llevado a cabo una profunda revisión sobre el papel de los lácteos durante el embarazo, llegando a la conclusión de que el consumo de lácteos convencionales mejora el estado nutricional de la mujer gestante y tiene también efectos beneficiosos sobre el crecimiento fetal y sobre algunos marcadores de salud, tanto en las madres como en sus hijos. Además, los estudios con lácteos fortificados y enriquecidos muestran beneficios en la salud ósea de la madre y de su hijo, y parece que podrían tener también un impacto positivo en el desarrollo visual y cognitivo del niño.

Con todo ello, los autores a través del informe 'La leche como vehículo de salud en situaciones fisiológicas especiales: mujer gestante', concluyen que una alimentación apropiada es fundamental para el correcto desarrollo de la gestación y para la salud presente y futura de la madre y del bebé. Por ello, es fundamental que la mujer embarazada esté bien informada sobre la dieta que más se adecúe a su estado ya que, además, dicha información le ayudará a desterrar muchos falsos mitos que existen sobre la alimentación durante el embarazo. En esta etapa las necesidades nutricionales y energéticas son mayores, por lo que el seguimiento de una dieta variada y equilibrada, junto con unos hábitos de vida saludables es, si cabe, más importante que en otras etapas de la vida.

Tal y como recoge el informe, la Dra. María Jesús Cancelo explica que “los suplementos nutricionales y los alimentos fortificados o enriquecidos, siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario, pueden ser de utilidad para alcanzar las ingestas aumentadas de determinados nutrientes fundamentales para el desarrollo presente y futuro del niño, así como para el mantenimiento de la salud de la madre”.

Sobre Fundación Española de Nutrición (FEN)

La Fundación Española de Nutrición es una entidad sin ánimo de lucro, creada hace más de 30 años, miembro español de la European Nutrition Foundations Network (ENF). Su objetivo es el estudio, conocimiento y mejora de la nutrición de los españoles, a cuyo fin coordina estamentos científicos e industriales en las tareas investigadoras en el campo de la nutrición, impulsando una corriente de comunicación en sentido doble entre ambos sectores científico e industrial.

Sobre Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT)

La Fundación Iberoamericana de Nutrición es una entidad sin ánimo de lucro que nace en febrero de 2011 promovida por la Unión Internacional de Sociedades de Nutrición (IUNS), con el objetivo de promover el avance en el conocimiento, desarrollo, investigación e innovación en las ciencias de la Nutrición y Alimentación a través de la cooperación internacional en el marco de Iberoamérica y a través de una conjugación de esfuerzos procedentes de distintas esferas de la sociedad. FINUT trabaja con instituciones públicas y privadas en aras de desarrollar recursos que, principalmente, serán empleados en la formación de jóvenes científicos en las materias científicas de Nutrición y Alimentación

Sobre Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, con sus más de 120 años de existencia tiene el privilegio de ser la Sociedad Científica más antigua de nuestra especialidad en toda Europa. Fue fundada en Madrid el 14 de Junio de 1874, con objeto de "estudiar a la mujer en los diferentes estados de su organismo". En la actualidad, su objetivo es estimular el progreso científico de la especialidad de Ginecología y Obstetricia. Facilita a sus asociados formación continuada y promueve reformas que contribuyen a mejorar la calidad de la atención sanitaria, que la especialidad desarrolla tanto en el área de la Ginecología como de la Obstetricia, con el fin último de mejorar la salud y la calidad de vida de la mujer.