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FINCA LA REÑANA: un lazo rojo para luchar contra las plagas, sin alterar el medio ambiente

Mediante la técnica de la confusión sexual, se consigue controlar la polilla del racimo sin eliminar al insecto ni afectar al ritmo de la naturaleza.

El ciclo de la polilla del racimo  -  Fuente: Gobierno de La Rioja

 

¿Qué es la polilla del racimo y cómo se combate?

Conocida como Lobesia botrana, la polilla del racimo es un lepidóptero que ataca a la vid favoreciendo la generación de importantes daños sobre las cosechas si no se actúa sobre ella. El desarrollo de esta plaga está relacionado con las condiciones meteorológicas, presentando tres generaciones al año, siendo las larvas de la segunda y tercera aquellas que ejercen más daños sobre el cultivo. Esto es debido a que coinciden con los momentos en los que la uva es más sensible a la entrada de enfermedades criptogámicas.

Con el objetivo de contribuir al respeto al medio ambiente y conseguir vinos con las características del terroir, Luis Alegre apuesta por reducir al mínimo los tratamientos con productos fitosanitarios, obteniendo vinos más sanos, frescos y más auténticos.

En Finca La Reñana, se combate la polilla del racimo mediante la confusión sexual. Se coloca, tras la poda y en todo el viñedo, un lazo rojo impregnado con la feromona de la Lobesia botrana. Teniendo en cuenta que el macho de la polilla no tiene inteligencia pero sí rutinas de vuelo, éste llega al viñedo atraído por el intenso olor a hembra, pensando que va a sobrevolar una finca plagada de ellas, para finalmente descubrir que ha sido todo un “engaño”. Debido a esto, el macho no regresa y no hay reproducción, lo que evita el desarrollo de futuras generaciones y, por tanto, el deterioro del grano de uva.

La etiqueta de Finca la Reñana Selección Especial tiene una lazada roja debido a esta técnica de control natural absolutamente respetuosa con el medio ambiente, gracias a la cual se lucha contra las plagas de polilla sin eliminar al insecto y dejando que la cadena trófica siga su curso; las polillas serán alimento fundamentalmente de aves. De este modo no alteramos, en absoluto, el ritmo de la naturaleza.

La finca

Finca La Reñana


Situada entre Laguardia y Elvillar, a una altitud de más de 600 metros sobre el nivel del mar, tiene una superficie de 8,43 hectáreas y fue plantada en el año 1945. El terreno está constituido por piedra caliza con inserciones arenosas.

La Finca está dividida en seis parcelas claramente diferenciadas, entre las que destacan las denominadas internamente E-4 y E-5, de 95 y 70 años de edad, donde se produce, entre otras, la variedad Tempranillo, base de Finca La Reñana Reserva.

Finca La Reñana Selección Especial 2013

Son los suelos de la finca, calizos prácticamente al 100%, los que aportan finura, elegancia, alta mineralidad y profundidad con un alto potencial de guarda.

La uva es vendimiada en cajas de 15 kg y es llevada hasta una Mesa de Selección con el fin de evitar el contacto entre uvas con alteraciones sanitarias y aquellas con un estado sanitario perfecto.

Este vino se somete a una crianza durante 18 meses en barricas previamente seleccionadas de los mejores bosques franceses, aunque en algunas añadas también recibe un toque “americano”, en función del carácter de la cosecha. Una vez pasada su estancia en barrica, se embotella con un leve filtrado y sale al mercado después de estar reposando en nuestros botelleros otros 20 meses adicionales que le aportan un perfecto equilibrio final.

  • Variedades de uva: 95% tempranillo, 5% graciano y mazuelo.
  • Producción: 30.000 botellas al año.

Sobre Bodegas Luis Alegre

La gestión de barricas va unida a la experiencia que Alejandro Simó, Ingeniero agrónomo y enólogo, conocido como “El Alquimista de La Madera”,  adquirió durante sus ocho años en Radoux-Victoria, uno de los grupos toneleros más importantes de Europa. Tras esta etapa fundó Tonelería Quercus en España. Todo ello le ha permitido desarrollar un tratamiento pionero para la selección de la madera, denominado por él mismo “Crianza de Precisión”.

La crianza de precisión  supone un control riguroso de las condiciones de la barrica, desde la selección del bosque de procedencia, pasando por la definición del tiempo de secado/curado, así como la determinación de los parámetros exactos (tiempo/temperatura) de la fase de tostado, diferente para cada uno de los vinos.

Alejandro Simó en la tonelería, verificando la fase de tostado en las barricas donde se criarán los vinos de Bodegas Luis Alegre

 

En Bodegas Luis Alegre se trabaja siempre con tonelerías  propietarias del aserradero donde se procesa el ‘tronco’ adquirido dada la facilidad de las mismas al acceso al bosque y que, además mantienen una fluida relación con la ONF (Organización Nacional de Bosques). De este modo se garantiza la trazabilidad total de las barricas o, lo que es lo mismo, el conjunto de medidas, acciones y procedimientos que permiten registrar e identificar un producto desde su origen hasta su destino final.