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Comprar de forma saludable, clave para elaborar un menú sano y equilibrado

Cada día son más las personas que se proponen llevar un estilo de vida saludable. Practicar deporte a diario, eliminar conductas sedentarias o vigilar los alimentos que se ingieren hace tiempo que dejaron de ser una moda para establecerse como un modo de vida. Ahora bien, los inicios nunca fueron fáciles. Saber qué alimentos deben estar incluidos en la cesta de la compra requiere un proceso de aprendizaje.

El primer paso para llevar a cabo este cambio de rumbo nutricional pasa por realizar una reflexión alimenticia. “Conocer qué nos lleva a comer mal y cuáles son los alimentos que más nos perjudican es el punto de partida en el cuidado de la alimentación”, apunta Cristina Morillo, nutricionista de Blua de Sanitas.

En este sentido, hacerse preguntas del tipo cómo es nuestro día a día con respecto a la alimentación, qué tiempo dedicamos a decidir qué vamos a comer, cuánto tiempo podemos dedicar a la comida o en qué condiciones comemos, ayudan a orientarse sobre la alimentación que se debe llevar y eliminar desajustes y dinámicas negativas.

Según los expertos, una vez definida la alimentación a seguir, es aconsejable plasmarla en papel y confeccionar un menú para varios días. “Debemos elaborar un menú equilibrado que incluya alimentos de diferentes grupos en cada comida, verduras y hortalizas, alimentos ricos en proteínas y alimentos ricos en carbohidratos, eligiendo siempre las opciones más saludables: carnes magras, cereales integrales, aceite de oliva virgen extra, etc., ya que eso reportará grandes beneficios a nuestro organismo”, ejemplifica Morillo.

Otra buena costumbre es planificar la compra. Antes de ir al supermercado, es conveniente realizar una lista con aquellos alimentos que se han de utilizar para elaborar un menú sano y equilibrado y ceñirse a ella. De esta forma, se evitará la compra de productos no saludables o la compra por impulso.

Igualmente, es importante comprar ingredientes de calidad. La mejor opción en este sentido es, siempre que sea posible, acudir a mercados locales donde el producto es fresco y muchas veces de cercanía. ”Lo aconsejable es orientar la compra hacia la rica y saludable dieta mediterránea: verduras, hortalizas,  frutas, legumbres, pescados, carnes, aceite de oliva virgen extra, etc. Se trata de una dieta muy saludable, basada en productos de la tierra, naturales y de proximidad, así como de temporada”, comenta Cristina.

Aunque la recomendación general sea el uso de alimentos frescos, para completar la dieta será necesario utilizar alimentos envasados. Eso sí, aprender a leer las etiquetas en las que se detallan los ingredientes es imprescindible para no quedarse únicamente con la información que destacan las propias marcas en el envoltorio de estos productos. “Leer atentamente las etiquetas ayudará a saber lo que comes realmente y a optar por alimentos y productos de una mayor calidad. Un producto que se proclama en grandes letras en su etiqueta como ‘bajo en grasas’ puede que esconda en su interior una gran cantidad de azúcar. Leyendo las etiquetas esto no te pasará desapercibido y podrás optar por el alimento que mejor se adapte a tus necesidades”, aconseja la nutricionista de Sanitas.

A la hora de adquirir bebidas, como la elección más saludable es beber agua,si puede ser del grifo, mejor, se deben evitar los refrescos carbohidratados y azucarados e incluso los tipo light o zero. Así como también es recomendable evitar la compra y el consumo de bebidas alcohólicas. En cuanto a zumos, la mejor opción es comprar la fruta y tomarla entera y con piel, ya que así aporta mayor saciedad y todos sus nutrientes, además de que es menos calórica, ya que un zumo suele estar preparado, al menos, con dos o más piezas de fruta.