Una cicatriz reciente es como Madrid todo el año: está en obras.La piel se encuentra en pleno proceso de reconstrucción, intentando reparar el daño de forma rápida y eficiente. Y si a esa “obra” le sumas el impacto del sol (piensa en él como un terremoto), ya puedes imaginar el resultado: caos. El riesgo es claro: una mala cicatrización, alteraciones en la pigmentación y marcas más visibles. Y aunque el láser puede hacer maravillas, prevenir una cicatriz mal curada sigue siendo infinitamente más barato, sencillo y efectivo.
Por qué el fotoprotector, aunque esencial, no siempre es suficiente:
- No solemos reaplicarlo con la frecuencia necesaria.
- Usamos menos cantidad de la recomendada.
- El sudor, el roce o el agua pueden arrastrarlo.
- Solemos olvidar que la ropa común no bloquea los rayos UV.
La buena noticia: si tu cicatriz está cubierta por el bañador o la ropa, vas por buen camino. Solo necesitas asegurarte de que esas prendas ofrecen una protección real.
Para zonas cubiertas: Opta por bañadores o prendas con protección UPF50+, que filtran eficazmente tanto la radiación UVB como UVA. Ya se encuentran fácilmente incluso en grandes cadenas de moda deportiva.
Para zonas expuestas: Los parches de poliuretano son el aliado perfecto. No solo favorecen una mejor cicatrización, sino que también ofrecen protección solar UPF50+. Se recortan a medida, se adhieren con facilidad y duran hasta una semana sin despegarse. Uno de los más conocidos es Trofolastin. Eso sí, se aplican únicamente una vez retirada la sutura y caída la costra.
Un cosmético corporal que puede ayudarte: un sérum o crema con retinol como Body Re-Master de Cosmetocrítico.
Su fórmula añade, además de retinol, vitamina c y niacinamida. Los 3 actúan en sinergia para mejorar la apariencia de cicatrices.
https://cosmetocritico.com/producto/body-re-master/
PVP: 48.95€.