Al día

Algo más que una película sobre una marca…


Estreno Mundial de la Película que celebra el 80 aniversario de Lancôme

Esto no es una película que habla de una marca. Tampoco es un cuento. Es más bien una evocación, una reunión de los símbolos e iconos que conforman la memoria colectiva de Lancôme en una experiencia puramente estética. «Esto no es una rosa» es un clip de vídeo sorprendente y muy vivo creado por Lancôme, en colaboración con el realizador Thomas Thyman, que quiere despertar la fascinación y curiosidad en torno a estos 80 años de elegancia a la francesa. Se publicará en Internet el 20 de febrero, la víspera del aniversario de la creación de Lancôme (21 de febrero de 1935), sirviendo de inauguración oficial a un año de celebraciones, un año para afirmar que la vida realmente es bella con Lancôme. 

 

COMPOSICIÓN SURREALISTA

Este ideal de belleza a la francesa, alegre y libre, fue la fuente de inspiración para tomar prestados los códigos del Surrealismo. Y es que, al estilo de este movimiento artístico surgido en Paris unos años antes del nacimiento de Lancôme, los elementos que componen la firma de la rosa aparecen en forma de cuadros expuestos en un escaparate, como si de un bello sueño se tratara. En un juego de combinaciones inéditas, se yuxtaponen sin problema de jerarquía, cronología o estilo, imágenes del pasado y del presente, embajadoras con sonrisas de un rojo delicioso junto a la figura en blanco y negro del fundador de Lancôme, Armand Petitjean, rosas y elementos arquitectónicos, frascos y joyeros de la fabulosa colección patrimonial de la firma con productos icónicos de hoy y mañana. De hecho, «Esto no es una rosa» habla del mañana, de un futuro respaldado por 80 años de excelencia y de escuchar a las mujeres; es una historia que inspira un futuro al servicio de las mismas.

 

Así, Isabella Rossellini, mito eterno de la feminidad Lancôme, comparte escenario con Lupita Nyong’o, la incorporación más reciente al panteón de musas de la marca: ambas son bellezas comprometidas con su época y que han sabido cultivar ese aspecto singular que les hace especiales. También el frasco de Flèches, uno de los primeros perfumes de Lancôme, se cruza con La vie est belle, la última fragancia en ver la luz y heredera del “savoir-faire” cultivado por grandes perfumistas desde 1935 y actual estandarte de una belleza que promete felicidad. Todos encuentran su lugar en un ambiente de ensueño, en una decoración onírica a medio camino entre jardín maravilloso y fantasía arquitectónica.

 

PRODUCCIÓN ARTESANAL

Herencia y vanguardia se encuentran; en la forma de filmar la película se ve también esta paradoja de innovación Lancôme, ya que se usaron técnicas de animación tradicional para desarrollar una estética rompedora. Cada secuencia se desarrolla en un auténtico teatro de papel. Hicieron falta 200 horas de trabajo para cortar a mano los 50 elementos que forman las diferentes escenas. Sobre un escenario de 800 metros cuadrados, se realizó la animación en tiempo real frente a la cámara, dando como resultado una ingeniosa coreografía a escala milimétrica para la que hicieron falta más de treinta horas de rodaje.