Solán de Cabras lanza una edición especial en homenaje a su origen: Rocas del Manantial
Solán de Cabras, el agua de referencia de Mahou San Miguel, ha lanzado su exclusiva botella Rocas del Manantial, una edición especial que rinde homenaje al origen natural de su agua. Su objetivo es presentar su agua mineral natural en un formato único.
Se trata de una creación muy especial que traslada al consumidor al mismo manantial donde nace su agua. Cada gota de Solán de Cabras viaja durante más de 3.600 años por las siete capas de la Tierra, filtrándose de manera natural hasta brotar en nuestro manantial.
La botella: toda una oda a las rocas del manantial
El diseño de esta exclusiva botella está inspirado en las rocas del manantial de Solán de Cabras. En la botella se puede observar la referencia a las aristas de las rocas que cuidan el agua hasta que de forma natural mana hasta la superficie, todo esto, envuelto en un azul macarena, que respeta la iconicidad de la marca y que, al igual que estas rocas en su momento, protege el agua de su interior.
Formato y disponibilidad
Solán de Cabras “Rocas del Manantial” se presenta en un formato especial, de vidrio de 70cl, 100% reciclable, reflejando así el compromiso de la marca por la sostenibilidad. Dada su exclusividad, este formato de Solán de Cabras estará disponible en locales de alta restauración y espacios gourmet de alimentación.
El origen de Solán de Cabras
El agua mineral natural de Solán de Cabras proviene de un manantial único situado en la Serranía de Cuenca, que le aporta las propiedades minerales y organolépticas que la han convertido en todo un referente en cuanto a origen y pureza. Y es que, el agua procedente del filtrado de las lluvias descansa durante años en este acuífero subterráneo que mantiene intactas sus condiciones.
Desde la profundidad de la tierra y durante más de 3.600 años, cada gota recorre y se decanta entre capas de sedimentos jurásicos, filtrándose entre las rocas en un proceso 100% natural de principio a fin hasta su fase final, el envasado. Además, su reconocido envase azul la protege de cualquier alteración lumínica para que su sabor y propiedades permanezcan indemnes e invariables. Este conjunto de acontecimientos da lugar a un agua de composición equilibrada y de mineralización débil.