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• La receta familiar y artesana de esta salsa nacida en el Anci tiene alma; traslada a la infancia, a la barra del bar de barrio; a domingos de aperitivo y al tapeo con amigos… • Desde 1963, hasta 2018 que cerró sus puertas, fue un éxito en su carta, y a partir de entonces, Juanma y Ana -3ª generación crecida entre bravas- elaboran esa fórmula tanto para particulares como para distribuir en hostelería en garrafas de 2 litros. Ya están en más de 400 establecimientos en todo el país y su precio es más que competitivo
En 1963, en el mítico Bar Anci de la calle Alcalá, entre chascarrillos, comandas cantadas, cañas bien tiradas y patatas de fritura perfecta, nacía una salsa brava única y diferente, con sabor a rojo picante y bar castizo, que años después tendría nombre y apellido: Salsa Brava Juana Madrid (www.juanamadrid.com). Esta receta de tradición familiar, que durante más de 50 años se sirvió tras la barra de este emblemático local sobre la boca de metro de Pueblo Nuevo, pasó por tres generaciones, de abuelo a nieta, y ahora que el bar ya no está en activo, la salsa llega tanto a hogares particulares como a otros negocios que buscan calidad, lo auténtico, el acierto seguro con todo el sabor artesanal sin complicarse la vida, gracias a su formato especial para hostelería.
Son Ana y su pareja Juanma -también con orígenes hosteleros- quienes en 2018 decidieron lanzarse a la aventura de fabricar y distribuir esa salsa de éxito que los clientes pedían para llevarse a casa. Empezaron por ponerle nombre a la receta familiar, “Juana”, un nombre que transmite aplomo, personalidad, y fortaleza; la misma de la que hay que hacer uso para emprender y que además se inspira en Juana de Castilla, que, aunque fuera tomada por loca, a ojos de muchos fue inteligente, valiente y cuerda. Esa mezcla entre locura y cordura representa mucho de la marca; y en cuanto al apellido, se decantaron por “Madrid”, su ciudad, donde las bravas son una seña de identidad.
Juana Madrid, la brava alegre en formato de 2 litros
Ana y Juanma querían mantener el sabor castizo de aquella salsa auténtica y artesana, con base de pimentón y picante moderado, porque si no pica, no es brava. Y con los mejores ingredientes al chup chup -sin gluten y sin lactosa-, en una pequeña marmita, nace Juana Madrid Brava Original, que ya enriquece las patatas, bocadillos, sándwiches, hamburguesas y otras raciones en bares y restaurantes por toda España gracias a un cómodo formato en garrafa de plástico con asa de 2 litros (2,16 kg) fácilmente almacenable y con caducidad de un año desde su elaboración.
Juana Madrid (www.juanamadrid.com - info@juanamadrid.com) para hostelería se distribuye de momento por España y Portugal en más de 400 negocios entre bares de barrio, restaurantes, foodtrucks, hamburgueserías y grupos hosteleros. El pedido mínimo son 4 garrafas y el precio depende del volumen de compra y el destino de entrega, pero ronda los 7-8 € el litro. También vende a particulares en tarros de cristal de 220 ml, tanto la salsa original como sus otras 5 variedades -Brava Suave y Brava Extra Picante; Brava Trufa y Miel; Brava Mango y Curry; y Brava Cilantro & Chile- desde 6’50 € en su tienda online y tienen packs de 4 unidades -combinadas o no- desde 22 €, que se presentan en una caja de cartón personalizada. Además, se pueden encontrar en tiendas especializadas en picantes, productos gourmet, carnicerías…