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El 92% de los supermercados españoles han sufrido incidencias con plagas en sus instalaciones

Los supermercados son uno de los mayores focos de atracción de plagas, dado que en sus instalaciones se concentran una gran cantidad de productos alimentarios, tanto frescos como envasados. Evidentemente, este tipo de comercios cumplen estrictas políticas, reglamentos y leyes técnico-sanitarias para asegurar que los alimentos que ofrecen presenten el máximo nivel de calidad posible. Aun así, según el estudio Principales plagas en supermercados, elaborado por la compañía especializada en sanidad ambiental Anticimex, hasta el 92% de los supermercados ha sufrido, como mínimo, un incidente con plagas.

Por ello, los expertos advierten de la importancia de seguir las normas de higiene alimentaria de manera estricta, evitando la contaminación cruzada y asegurando que los productos estén libres de organismos y plagas que puedan causar enfermedades al ser consumidos. También recuerdan que, en caso de detectar un indicio de plaga, lo más recomendable es contactar con una empresa especializada. Según el director técnico de Anticimex, Jordi Tapias, “la asistencia profesional es indispensable a la hora de atacar el problema, ya que una actuación rápida y efectiva puede ser lo que evite tener que cerrar el local”.

Estas cifras y avisos llegan entrado un 2021 que, pese a la crisis sanitaria, prevé repetir las cifras de negocio en supermercados que se dieron en 2020, de acuerdo con el último informe elaborado por la patronal del sector, AECOC.

Las plagas más frecuentes y cómo combatirlas

Existen varios tipos de plagas que pueden instalarse en un supermercado. Las más frecuentes son las plagas de roedores, cucarachas, moscas e insectos de productos almacenados. Todas ellas constituyen un gran amenaza para los supermercados, no solamente porque su presencia puede conllevar un impacto negativo en la reputación de toda la cadena, sino también debido a que algunas de ellas son transmisoras de microorganismos causantes de enfermedades que pueden ocasionar un problema de salud pública.

Hay ciertas zonas en un supermercado más sensibles a la presencia de plagas: exteriores, obradores, el área de ventas, particularmente la zona de pescadería, frutas, verduras y alimentos no envasados, línea de cajas, almacenes, muelles de descarga, falsos techos, etc. Cada una de ellas, dadas las condiciones de calor, humedad, oscuridad, entradas mal selladas y comida disponible, puede llegar a ser un foco potencial de las plagas mencionadas.

Por ello, Anticimex insiste en algunas claves de prevención para tener en cuenta a la hora de evitar visitantes no deseados. Según la compañía, es necesario garantizar un diseño de las instalaciones que permita facilitar su limpieza, inspección y control, extremando la limpieza bajo lineales para evitar que se acumule la comida y sea una fuente de alimentación y cobijo para las plagas. Del mismo modo, eliminar las fuentes de agua, tales como grifos o cañerías que goteen y charcos de agua, es sumamente importante. Siguiendo con el almacenaje de los productos, la comida debe guardarse en cajas o contenedores sellados, separados de la pared y del suelo unos 15cm.  

Como medida extra, los procedimientos de revisión por parte de los empleados del supermercado, previamente formados por profesionales del control de plagas, deben ser periódicos. Así mismo, es recomendable contactar con una empresa especializada como Anticimex en caso de detectar una plaga en las instalaciones.

Para más información, visita: https://www.anticimex.com/es-es/smart/smart-city-municipios/