Sana, nutritiva, variada, exótica, colorida… Estos son algunos de los adjetivos que describen la cocina israelí, la nueva tendencia más en alza en estos momentos en el sector de la gastronomía. Aunque, para ser exactos, tendríamos que referirnos a esta tradición culinaria como cocina kosher, término hebreo utilizado para designar el conjunto de leyes y costumbres aplicables a la comida que autorizada el Torá.
Grandes capitales europeas como Berlín, Londres, París o Roma, además de ciudades de referencia como Nueva York, Sídney o Tokio, disponen de una amplia oferta de restaurantes kosher para satisfacer los paladares más sibaritas que visitan la ciudad y pretenden descubrir nuevos sabores, aromas y especies.
Barcelona es otra de las ciudades donde esta tendencia ha aterrizado y va ganando cada vez más adeptos. La chef Ronit Stern, al mando de los fogones de Auto Rosellón, es una de las referencias en este ámbito en la capital catalana. Auto Rosellón se caracteriza por servir una cocina sin fronteras ni etiquetas. Una cocina de inspiración mediterránea en el sentido más amplio, desde Barcelona a Tel Aviv, enriquecida con influencias de todo el mundo. Una apuesta por la experimentación constante y una continua reinvención de su carta, según los productos de cada temporada. Una valor seguro para disfrutar de combinaciones de sabores, colores y texturas que despertarán todos nuestros sentidos.
Aunque la lista sería interminable, estas son cuatro razones de peso por las que no puedes dejar de probar la cocina israelí.
1. Alimentos ricos en todos los nutrientes.
Si un elemento caracteriza la cocina de Oriente Medio es la gran variedad de sus ingredientes. Frutas, verduras, legumbres, carnes y pescados. Todos están presentes en el recetario de esta cocina y aportan a nuestro organismo los nutrientes que necesita para mantenernos sanos y saludables. Además, en Auto Rosellón la propia chef Ronit Stern es quien busca y selecciona todos los productos tratando personalmente con los proveedores para ofrecer frutas y verduras de temporada, en gran medida ecológicas, para asegurarse el mejor sabor; carnes de calidad y de origen nacional; pan de masa madre y harinas bio; quesos artesanos; y vinos naturales. En definitiva, ingredientes de máxima calidad para disfrutar cuidando de la salud al mismo tiempo.
2. Una de las cocinas más variadas y vistosas
Influenciada por una gran diversidad cultural -desde los árabes al imperio otomano o bizantino-, cada una de estas culturas ha dejado su huella en la gastronomía israelí. De la suma de este ancestral bagaje gastro-cultural y la imaginativa mente de Stern emergen increíbles recetas que integran los diferentes ingredientes como si siempre hubieran convivido. Por ejemplo, Hummus con huevo encurtido y sumac; Nigiri falso de sardina ahumada, tartar de manzana y pera, o Tostada de lomo de cerdo marinado con ensalada de colslaw a la americana.
3. El virtuoso uso de las especias
Más allá del sésamo -y su reconocidísimo uso en forma de tahini-, la cocina israelí domina como pocas el uso de las especias en sus recetas. No solo aporta nuevos matices al paladar, sino también exóticos aromas, atractivos colores y originales texturas a los platos. Esta mixtura de sensaciones convierte la cocina israelí en una de las tradiciones gastronómicas más singulares y ricas del mundo. Una auténtica fantasía para los comensales más inquietos y curiosos.
4. Una tendencia que llega para quedarse
En gastronomía hay ciertas modas que parece que van a encumbrar una determinada tradición culinaria a lo más alto hasta que llega otra que convierte la anterior en una simple moda efímera. No parece que la cocina israelí vaya a desaparecer de la oferta gastronómica de las ciudades más foodies del planeta. Las principales urbes de referencia de todo el mundo cuentan con restaurantes inspirados en la cocina de Oriente Medio y cada vez son más los fans de esta cocina sana y sabrosa.
Si te ha picado el gusanillo de la curiosidad y te apetece descubrir una nueva -aunque milenaria- cocina, visita Auto Rosellón y prueba las recetas de autor de Ronit Stern, uno de los máximos exponentes de la gastronomía israelí en Barcelona.
Auto Rosellón - C/ Rosellón, 182 - Barcelona