Los visitantes tendrán la oportunidad de conocer y degustar de forma ininterrumpida las principales variedades queseras suizas: Appenzeller®, Emmentaler AOC, L’Etivaz AOP, Le Gruyère AOP, Sbrinz AOP y Tête de Moine AOP .
Reforzando de nuevo su compromiso con la gastronomía española, Quesos de Suiza estará presente en la 28ª edición del Salón de Gourmets que se celebra del 10 al 13 de marzo en Madrid.
Se trata de la segunda vez que Quesos de Suiza participa en la feria, pero en esta ocasión presenta una novedad: la recreación de una auténtica cabaña suiza en la que los asistentes tendrán la oportunidad de descubrir las principales variedades de quesos suizos: Appenzeller®, Emmentaler AOC, L’Etivaz AOP, Le Gruyère AOP, Sbrinz AOP y Tête de Moine AOP.
Este característico chalet de madera albergará los sabores típicos del país helvético y descubrirá a los visitantes las cualidades y características de los auténticos quesos suizos, ofreciendo una degustación ininterrumpida durante todos los días en el horario de la feria.
Las diferentes variedades de Quesos de Suiza apoyan activamente la gastronomía española desde hace años, colaborando en eventos gastronómicos y culturales y trabajando codo con codo con los profesionales del sector que comparten su filosofía y apuestan por una cocina sana, natural y auténtica. Cada vez son más los chefs que trabajan con estos productos y que, tras descubrir la excelencia de los Quesos de Suiza, los emplean en la elaboración de sus platos.
El Salón de Gourmets es la feria internacional de alimentación y bebidas de calidad y está considerada como el mayor evento europeo dedicado a los productos delicatesen. Único en su género reúne a más de mil expositores y cerca de 80.000 visitantes profesionales –desde jefes de cocina, hasta distribuidores y productores– procedentes de más de 60 países.
La participación de Quesos de Suiza en esta 28ª edición se suma así a otras citas gourmet imprescindibles del panorama nacional en las que Quesos de Suiza ha estado presente, siendo ejemplos recientes The Shopping Night Barcelona, Lo Mejor de la Gastronomía y Alimentaria.
El chalet de Quesos de Suiza estará ubicado en el pabellón 4 de la Feria de Madrid (Ifema), número 4G18.
Quesos de Suiza: Los mejores quesos, famosos en todo el mundo
Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.
Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes.
La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, la denominación de origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.
Un producto garantía de calidad y salud
Ante la creciente demanda e inquietud del consumidor por conocer el origen de los productos que consume, Quesos de Suiza ofrece una seguridad ligada a la calidad de sabor y a su aporte a la salud. El reconocimiento mundial de los Quesos de Suiza se debe, no sólo a su sabor, sino a su alto valor nutritivo, su facilidad de digestión (la leche cruda mantiene la flora bacteriana presente de forma natural) y su gran aporte de calcio.
Los quesos suizos de corteza dura, como el Emmentaler AOC, Le Gruyère AOP y el Sbrinz AOP contienen más calcio que el resto de los quesos, mineral indispensable para la formación de los huesos y la salud dental. Según han demostrado diversos estudios, los quesos suizos son ricos en triptófano, un aminoácido que ayuda a prevenir y/o superar los estados depresivos, la ansiedad e incluso las fobias.
De esta manera, los Quesos de Suiza destacan como uno de los pocos productos que podemos encontrar en nuestros comercios que todavía se elaboran de forma tradicional y de los que se puede certificar su calidad 100% natural.
Descubre las principales variedades suizas
Appenzeller®
El Appenzeller® tiene unos 700 años de historia, la primera mención conocida de este queso en un documento data del año 1282. Su producción procede del cantón de Appenzell, en la Suiza Oriental, una de las zonas con mayor encanto de Suiza. Su característico sabor se debe a un misterioso adobo de hierbas y vino blanco durante el proceso de maduración, cuya receta sólo conocen dos personas en todo el mundo. Los ingredientes de este adobo, conocido como “sulz”, son un secreto que se transmite de generación en generación.
Durante los meses de curación, las ruedas de Appenzeller® son frotadas periódicamente con el “sulz”, que forma una flora en su superficie que termina convirtiéndose en una corteza de color rojo anaranjado. La receta de la variedad Appenzeller® fue unificada en los años 60 y desde entonces solamente se fabrica en la destilería Emil Ebneter & Co. Appenzeller® es una variedad muy valorada entre los amantes del queso por su aroma y sabor refinados y fuertes.
Le Gruyère AOP
Le Gruyère AOP es uno de los quesos favoritos de los suizos y uno de los quesos suizos más consumidos por los españoles. Es originario de la región de la Gruyère, en los Pre-Alpes y se fabrica desde tiempos inmemoriales. Le Gruyère AOP ha sido objeto de numerosas imitaciones y, durante décadas, productores de leche, queseros y maduradores lucharon para que Le Gruyère AOP fuese reconocido como el queso producido en la Suiza occidental. Una identidad que fue finalmente reconocida por la Unión Europea en el año 2010. En la actualidad, Suiza produce 29.000 toneladas anuales de Le Gruyère AOP, una parte importante de las cuales se exporta.
Contrariamente a lo que se cree, Le Gruyère AOP no tiene agujeros (estos son característicos de otro de los quesos suizos más conocidos: el Emmentaler AOC). Su aroma característico se debe a que, conforme va madurando, la corteza es frotada constantemente con agua pura salada.
L’Etivaz AOP
L’Etivaz fue el primer queso suizo en lograr la AOP. Se trata de un queso de alpage: solamente se elabora de mayo a octubre, cuando las vacas suben a pastar a las montañas, en 130 queserías ubicadas entre los 1.000 y los 2.000 metros de altura en la zona de los Pre-Alpes.
Se elabora siguiendo la tradición de manera estricta, en un caldero de cobre calentado por un fuego de madera. Su método de producción, unido al hecho de que se elabora únicamente durante los meses de verano, lo convierten en un producto muy buscado y apreciado por los amantes del queso, puesto que sólo se producen unas 400 toneladas anuales. Su sabor afrutado y aromático, con un ligero toque de avellana hace de él un gran queso de postre, para fondue y para cocinar.
Sbrinz AOP
El Sbrinz AOP está considerado como uno de los quesos más antiguos, aunque no se conocen con certeza sus orígenes. Procede de Lucerna, en la Suiza central y se cree que debe su nombre al pueblo de Brienz. Se identifica por su masa extradura, fruto del proceso largo de maduración.
Sbrinz AOP se caracteriza por su intenso sabor e importantes propiedades digestivas, debidas al largo proceso de maduración al que es sometido (18 meses como mínimo). Constituye un excelente aperitivo, acompañado de vino o frutos secos.
Tête de Moine AOP
El exquisito Tête de Moine AOP es un queso de sabor suave y untuoso que se elabora solamente en 10 queserías en toda Suiza. Nació en el siglo XII en la antigua abadía de Bellelay, en el Jura, la región francófona del cantón de Berna. Su nombre significa, literalmente, “cabeza de monje” por la similitud entre la apariencia del queso, una vez abierta la corteza superior, y la coronilla afeitada de sus primeros manufactureros, quienes lo utilizaban como medio de pago para sus tributos.
Cuenta la historia que los monjes bajaban hambrientos por las noches hasta la despensa. Para evitar ser descubiertos, cortaban el queso raspándolo con una navaja. La tradición iniciada por los monjes de Bellelay ha pervivido hasta nuestros días, y ha logrado que el Tête de Moine AOP sea mundialmente conocido hoy por su original forma de consumo.
Emmentaler AOC
Famoso por sus agujeros, el Emmentaler AOC debe su nombre al valle de Emme, en Suiza, del que es originario. El Emmentaler AOC es el arquetipo del queso: grande y con agujeros. Las ruedas de Emmentaler pesan en torno a 100 kilos, y para elaborar una se necesitan más de 1.000 litros de leche cruda. Su gran tamaño se debe a que los queseros suizos, hace siglos, optaron por elaborar una sola rueda al día en lugar de varias para ahorrar en el pago de aduanas. El Emmentaler AOC es sometido a un proceso de maduración de 4 a 12 meses y posee un suave sabor a nuez.