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Reino Unido: cada vez más sanitarios prefieren trabajar en Amazon

Por Axel Schmidt, Senior Communications Manager de ProGlove

Estos días hay una gran preocupación en el Reino Unido. Parece que los profesionales de enfermería renuncian cada vez más a su empleo para trabajar en los almacenes de Amazon. Sin embargo, este cambio demuestra que los problemas son más profundos de lo que se podría pensar. Y, lo que es más importante, a escala mundial.

Reconozcámoslo: ¿es realmente una sorpresa? Tal y como informa The Guardian, cada vez más personal sanitario del Reino Unido está dejando su trabajo. La razón parece obvia: Amazon les está atrayendo con un salario significativamente mejor. Se habla de hasta un 30% más de sueldo. Y además hay un bono de bienvenida de 1.000 libras. ¿Quién puede decir que no a eso? Sin embargo, esto apenas roza el fondo del problema.

Sin esfuerzo, uno puede leer entre líneas del informe de The Guardian y ver cómo el artículo acusa a Amazon de una cuestionable campaña de caza furtiva. Pero, ciertamente, esa no puede ser toda la historia. Después de todo, gran parte del público ya se ha hecho una imagen de Amazon, y de ninguna manera se le considera el modelo a seguir de lo "deseable". Pero ahora, de repente, ¿se supone que el gigante del comercio electrónico es el empleador soñado por muchos? Esto plantea interrogantes.

No cabe duda de que muchos trabajadores temieron por sus puestos de trabajo durante la fase inicial de la pandemia, y con razón. Sobre todo en el sector de la hostelería y los eventos, muchos profesionales fueron dolorosamente conscientes de que la falta de negocio significaba no tener trabajo. Sin embargo, en la enfermería y la sanidad en general, esta preocupación parecía y sigue pareciendo bastante infundada, precisamente por la pandemia. Entonces, ¿por qué tantos empleados del sector sanitario abandonan su trabajo?

Aunque la pandemia aún no ha terminado, las tornas han cambiado si se ignora el efecto dominó de la inflación. La economía global y local se está recuperando. Sin embargo, vuelve a aflorar un problema casi olvidado: hay escasez de mano de obra y trabajadores cualificados en muchos sectores. En el Reino Unido, el Brexit complica aún más esta cuestión. Porque, según sus condiciones actuales, muchos trabajadores extranjeros tienen que abandonar el país. Ahora, por ejemplo, hay una especial escasez de camioneros. Sin embargo, este problema fundamental no se limita a las Islas Británicas. Es un dilema mundial y es probable que se agudice aún más en el futuro. Para solucionarlo, hay que abordar las causas subyacentes.

Los empleados necesitan una cosa por encima de todo: aprecio. Y para que quede claro: esto debe ir más allá de palabras amables. Al fin y al cabo, el aprecio tiene que ver directamente con el valor. Para decirlo en pocas palabras: El salario debe ser adecuado. Todo lo demás es hipócrita. Pero está igual de claro que el mero lucro no puede resolver el problema a largo plazo. Porque el aprecio va más allá de la cuestión económica. El reconocimiento y el entorno laboral también desempeñan un papel fundamental.

Es precisamente por esto por lo que el empresario es responsable. Por no decir que tienen un deber de cuidado. Si ahora se echa un vistazo a los debates públicos de los últimos años, no se puede dejar de reconocer que la tecnología se ha presentado a menudo como una amenaza. La automatización era el enemigo de los trabajadores de las cadenas de montaje en la fabricación, e incluso en la enfermería. Se suponía que la inteligencia artificial y los robots iban a asumir tareas humanas. Estos debates no sólo carecían de una base sólida, sino que eran simplemente perjudiciales.

Esos empresarios no reconocieron que la tecnología no debe ser parte del problema, sino de la solución. La tecnología tiene sentido cuando apoya a las personas, las alivia y les proporciona libertades adicionales. Intentar sustituir a las personas no sólo es contraproducente, sino que además es completamente irrealizable en un futuro previsible. Sencillamente, no funcionará sin seres humanos.

El lugar de trabajo y su equipamiento son factores de enorme importancia. Esto se manifiesta, por ejemplo, en los recursos y herramientas que las empresas ponen a disposición de sus empleados. Aquí, por cierto, tanto los operadores de almacenes de logística como los gigantes del comercio electrónico han hecho definitivamente grandes progresos y ahora rinden más que otras empresas.

Un ejemplo que puede citarse en este contexto: los wearables industriales. Facilitan mucho el trabajo, sobre todo en el almacén. En particular, porque tienen un efecto muy favorable en términos de ergonomía. En el almacén, es fundamental que se puedan reducir los tiempos de desplazamiento, así como garantizar que los empleados puedan hacer su trabajo de forma más fácil, rápida y con mayor calidad.

Sin embargo, para muchos empleados es importante algo más: no quieren tener la sensación de ser reemplazables, quieren seguir desarrollándose. Estas necesidades también deben ser atendidas, por ejemplo, con una oferta de formación adecuada. Por cierto, esto abre un campo de aplicación adicional para los wearables industriales, y viene en forma de escenarios de realidad aumentada.

Las cadenas de suministro de la economía mundial exigen empleados humanos, eso es seguro. Sin embargo, ahora mismo la tensión se nota en muchos puntos, en parte debido a la pandemia. Esto ha provocado, por ejemplo, un aumento de las compras a través del comercio electrónico. Además, desde hace algún tiempo también hay escasez de materias primas o de chips informáticos, un dilema cuyos efectos podrían afectarnos especialmente en la época navideña. De hecho, como señala el British Times, a algunos británicos les preocupa que la Navidad tenga que cancelarse por completo.

Probablemente no llegue a tanto. Sin embargo, con la Navidad en el horizonte y con los duros meses que quedan por delante, tiene mucho sentido volver a situar a las personas en el centro de nuestras actividades, especialmente a los trabajadores de los almacenes, que deben prepararse para la siempre ajetreada temporada navideña.