Como bien sabemos, el sector de la hostelería es uno de los principales para sostener la vida económica de nuestro país. De hecho, según datos de principios de 2020, el mismo supone un 6,2% del PIB de la economía española, con más de 300 mil establecimientos que ofrecen a 1,7 millones de personas.
No obstante, en marzo de 2020 todo cambió y durante mucho tiempo, el sector de la restauración tuvo que ver sus puertas cerradas y sus negocios totalmente paralizados a causa de la Covid-19. Los confinamientos, las restricciones y la preocupación social por la pandemia han supuesto, sin duda, unos meses realmente difíciles para todos aquellos profesionales que nos dedicamos a este sector. Esta preocupación también se traduce en cifras y es que, a principios de 2021, la Asociación Hostelería de España aseguraba que la restauración había experimentado unas pérdidas de 70.000 millones de euros en 2020 y que se habían cerrado hasta 85.000 restaurantes y bares. Unas cifras realmente escalofriantes para un país que, en gran parte, vive de y en los bares.
No obstante, tras un año realmente muy, muy difícil donde la incertidumbre acechaba de manera insistente, parece que poco a poco vamos viendo la luz. Tras el fin del Estado de Alarma y la posibilidad de poder potenciar el turismo nacional al menos, el sector volvió a tener ilusión. Este verano, a pesar del incremento de contagios y de la llegada de la quinta ola, podemos decir que la situación es más favorable con respecto al año anterior. De hecho, a pesar de la situación, parece que el cierre de la hostelería está lejos de volver a suceder, aunque tenemos puntos pendientes como la reactivación del ocio nocturno y la posibilidad de encontrar las medidas que garanticen la seguridad también para esta parte del sector.
Lo que está claro es que, con la llegada de las vacunas y el ritmo acelerado de las mismas en nuestra población, está permitiendo que, aunque no sabemos a ciencia cierta que pasará en unos meses, ahora podemos volver a respirar. De hecho, los resultados están siendo positivos y está claro que nuestra sociedad vuelve a hacer, poco a poco, los planes a los que siempre hemos estado acostumbrados y que, en gran medida, implican disfrutar del canal horeca.
Está claro que, a pesar de la difícil situación que seguimos atravesando, muchos destinos turísticos y costeros de nuestro país disfrutan de terrazas y restaurantes llenos con motivo de las vacaciones estivales y las expectativas de cara al segundo semestre de 2021 son positivas, ya que se espera que, poco a poco, todo se estabilice y podamos volver también el resto del año, al menos en la mayor medida posible, a la actividad que conocíamos antes de la llegada del virus.
No obstante, si algo tenemos claro más de un año después, es que esta pandemia nos ha cambiado a todos. De hecho, muchos negocios han tenido que reinventarse apostando por el comercio online con el fin de sobrevivir a los meses tan difíciles que hemos y estamos atravesando. Por otro lado, el consumidor final cada vez demanda más producto de calidad, apostando por las opciones premium en más ocasiones que, por ejemplo, hace un par de años.
En conclusión, a pesar de todo lo vivido durante este periodo, la hostelería está destinada a recuperarse y posiblemente, en algunos casos, sea incluso en 2021. No podemos dejar de tener en cuenta que las complicaciones a causa de las restricciones se han ido alargando mucho más tiempo del que esperábamos y que, recuperar las pérdidas, será difícil para muchos. Aún así, somos un sector luchador y que siempre ha mostrado ilusión y ganas frente a los contratiempos, por lo que confiamos plenamente en que incluso con la llegada del frío de cara a los próximos meses, seguiremos manteniéndonos a flote. Esto será crucial para afrontar con mucha fuerza la llegada del próximo año, en el que esperemos esté todo más que asentado y podamos hablar de una recuperación prácticamente total de la hostelería con respecto al consumo pre-Covid.
Así que, llegados a este punto, solo nos queda confiar que, entre unos y otros, hosteleros y clientes, consigamos mantener la pasión por un sector que tanto nos ha dado en todo este tiempo y no solo porque este sea uno de los motores más importantes de nuestra economía, sino porque, seamos sinceros, los ratos en los bares nos hacen realmente felices.