Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar por la web consideramos que acepta su uso. Más información aquí

Al día

VITAMINA D, TAMBIÉN EN INVIERNO

. En invierno, con el descenso de horas de sol, la alimentación se convierte en la principal fuente de vitamina D, esencial para la salud de los huesos. . El 40% de las españolas tiene un nivel deficitario.

El cambio de horario y la entrada en la estación de invierno trae consigo un descenso de las horas de luz: en los meses de octubre a diciembre se disfruta de la mitad de horas de sol respecto a verano1.  

Más allá de los efectos que ello pueda generar en los hábitos cotidianos o en el ánimo, la menor exposición solar puede suponer una bajada en el nivel de vitamina D. Esta sustancia es necesaria, entre otras cosas, para los huesos, ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio en el intestino y se obtiene bien mediante la exposición solar o mediante la alimentación. Por ello, en otoño y en invierno es recomendable reforzar, más que nunca, la dieta con alimentos ricos en vitamina D: las principales fuentes en la alimentación son los lácteos, especialmente aquellos enriquecidos con Vitamina D como Densia, los pescados grasos como el salmón, el arenque o las sardinas o los huevos.
 
Es aconsejable mantener durante todo el año una dieta rica en alimentos con vitamina D, especialmente en el colectivo de las mujeres mayores de 45 años, edad a partir de la cual es necesario ayudar a reforzar la densidad ósea.
 
Las mujeres españolas, suspenso en vitamina D
En contra de lo que se podría pensar por las condiciones meteorológicas de nuestro país, buena parte de nuestra sociedad presenta un nivel deficitario de vitamina D todo el año. Según datos públicos, el 40%2 de las mujeres españolas presenta un nivel bajo de vitamina D, una cifra que asciende hasta el 64%3 en el caso de las mujeres con menopausia, el colectivo al que más se recomienda reforzar el cuidado de sus huesos.
 
Estas cifras se pueden deber a diversos factores como la disminución de práctica de actividades físicas al aire libre y un mayor sedentarismo. Los expertos aconsejan por ello hábitos de vida saludable que se pueden incorporar fácilmente en la vida cotidiana: paseos al sol (evitando en los meses más calurosos las horas de mayor exposición solar, de 12 a 16) y una buena alimentación.
 
La vitamina D, junto con el calcio, son elementos esenciales en la ayuda del cuidado de los huesos. Pero no son los únicos: una vida activa con la práctica de actividad física moderada ayudan a los huesos y al bienestar general. En el Método Densia, http://www.densia.com/metodo-densia/que-es-el-metodo-densia/ se apuntan una serie de pautas y ejercicios para ayudar a mantener una vida saludable y disfrutar de unos huesos fuertes.
 
Densia contiene calcio y vitamina D que ayudan a mantener la densidad ósea dentro de una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable.